El Patronato de Doñana teme una epidemia de botulismo dentro del parque nacional

El presidente del Patronato de Doñana, Alfonso Guerra, informó ayer que hay un peligro de aparición de botulismo en el parque nacional como consecuencia del efecto secundario producido tras la muerte de millares de aves en las zonas limítrofes a Doñana. Los resultados de la epidemia, dijo, podrían alcanzar proporciones increibles. Guerra señaló, por otra parte, que todos los organismos con responsabilidad en el desastre ecológico han "mostrado y demostrado" que estuvieron coordinados y actuaron correctamente.

El Patronato del Parque Nacional de Doñana, cuya comisión permanente se reunió ayer en Sevilla, considera como «causa más probable" de la alta mortandad ocurrida en las proximidades y preparque de Doñana, una intoxicación aguda por pesticidas de tipo órgano-fosforados", es decir, por productos de alta peligrosidad para la avifauna y prohibidos por el Gobiemo andaluz. La hipótesis expuesta ayer fue descartada el pasado jueves por el consejero de Agricultura de la Junta de Andalucía, Miguel Manaute, y por la Agencia del Medio Ambiente (AMA).Alfonso Guerra, que insistió en repetidas ocasiones que "hoy por hoy en el parque de Doñana no pasa nada", dijo desconocer quiénes podrían ser los autores materiales del vertido de los insecticidas, pero aseguró que el Patronato promoverá una investigación judicial de los acontecimientos, "y solicitará la depuración de las posibles responsabilidades de toda índole que pudieran derivarse, ya sean si afectan a la propiedad pública o privada".

Tres fases de mortandad

Según las informaciones del Patronato, a lo largo de agosto y septiembre se han producido tres fases diferenciadas con respecto a la mortandad: de escasa incidencia en agosto, aguda en los primeros días de septiembre y de efectos secundarios en los últimos días de este mes, con muy pocas muertes.Sin embargo, Guerra destacó que la principal preocupación actual reside en la posible aparición de un brote de botulismo como consecuencia de las fases anteriores. "Existe el peligro", dijo Alfonso Guerra, "de lo que ocurrió en 1973, cuando, derivada de una intoxicación, se produjo una epidemia de botulismo que causó un número muy importante de muertes, cercano a las 70.000". Para evitar la posible catástrofe se ha dispuesto una serie de medidas, entre ellas la incineración de todos los cadáveres de las aves

Por otra parte, el Patronato de Doñana, "aunque sólo tiene atribuciones de consulta y asesoramiento" propondrá y promoverá ante las autoridades responsables medidas preventivas y correctoras a corto y medio plazo, así como otras que deben impulsarse dentro y fuera del parque nacional. Guerra citó al respecto la intensificación de la vigilancia, el suministro artificial de comida para las aves migratorias que Regarán en las próximas fechas al parque y la desecación de los arrozales donde se ha detectado una mayor mortandad. También se considera necesario regular el uso de insecticidas y controlar las fumigaciones en las marismas.