El Pleno del Congreso ratificó el Acta Única Europea, que modifica los tratados de la CE

El Pleno del Congreso de los Diputados ratificó ayer el texto del Acta única Europea, por el que se modifican, por primera vez desde 1957, los tratados fundamentales que constituyeron la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, la Comunidad Económica Europea y la Comunidad Europea de la Energía Atómica. Tras el debate, se registraron 271 votos favorables y uno en contra.

Entre los diputados presentes predominaba la impresión de que el voto negativo debió de ser un error de alguno de los presentes ya que todos los grupos hicieron pública su intención de votar afirmativamente el proyecto, que tenía carácter de ley orgánica, aunque, desde la oposición, se formularon reparos de mayor o menor intensidad a la postura española respecto de la nueva normativa que regirá la Comunidad Europea.El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordoñez, presentó el texto del proyecto, haciendo una síntesis del contenido del Acta única Europea, firmada en Luxemburgo el 17 de febrero pasado. El ministro reconoció que algunos de los objetivos que se habían propuesto con la reforma no se han conseguido, como, por ejemplo, una política exterior común europea.

"Es una etapa hacia el objetivo, pero el objetivo está lejos", dijo Fernández Ordoñez. El ministro admitió también que el Acta única tiene un cierto riesgo para España, aunque añadió que contiene lo que llamó "dos frenos de mano": el propio tratado, en los términos en que fue firmado por España, y las acciones de salvaguarda que pueden adoptarse en temas económicos.

Por Coalición Popular, la diputada Isabel Ugalde hizo una seria crítica a la actitud del Gobierno en cuanto a la gestión de los intereses españoles y a su participación en la elaboración del Acta única Europea.

Martínez Cuadrado, del CDS, calificó la ratificación del Acta de "hecho mayor en las relaciones internacionales y en nuestra política exterior, pese a que puedan hacerse observaciones críticas".

Miquel Roca, por la Minoría Catalana, se lamentó de la timidez con que el Acta única Europea recoge los propósitos de unidad de los países del área, y añadió que ayer era un día de cierta tristeza para los europeístas españoles.

Iñaki Anasagasti, por el Grupo Vasco, destacó la tibieza del Acta única Europea respecto de los mismos propósitos unitarios. Ramón Tamames, por Izquierda Unida, criticó a la propia Comunidad Europea, de la que dijo "que no es todavía democrática", porque el monopolio legislativo sigue dentro del Consejo de Ministros, mientras el Parlamento Europeo apenas tiene atribuciones reales.

Javier Rupérez, del PDP, aseguró que España "no asumió el papel de vanguardia en pro de la unión europea que algunos esperaban", e instó al Gobierno para que se comprometa a intentar la culminación de la unión europea para 1992. Juan María Bandrés, de Euskadiko Ezkerra, subrayó que el Acta, por lo que hace a nuestro país, resta competencias a las comunidades autónomas. Finalmente, Enrique Barón, en nombre del Grupo Socialista, defendió el si a la ratificación.

Por otra parte, el Pleno del Congreso rechazó ayer las enmiendas a la totalidad del proyecto de ley general de cooperativas, que continuará su tramitación parlamentaria. Con los votos socialistas, el Congreso desestimó las enmiendas que habían presentado Coalición Popular y PDP, que pretendían la devolución del proyecto al Gobierno. Izquierda Unida retiró su enmienda a la totalidad.