El presidente del Tribunal Constitucional sugiere cambios legales para evitar el atasco de casos pendientes

El presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Tomás y Valiente, sugirió ayer, en presencia de los Reyes y de las máximas autoridades del Estado y de las comunidades autónomas, algunas reformas legislativas para mitigar el gran atasco de cuestiones pendientes tras los seis primeros años de funcionamiento del tribunal. Don Juan Carlos resaltó la importancia del alto tribunal para la estabilidad y consolidación de nuestro sistema democrático, y afirmó: "La resolución de sus dificultades a todos nos incumbe".

Al acto solemne celebrado ayer en la sede del Tribunal Constitucional, con motivo de su sexto aniversario, asistieron en lugares destacados los máximos representantes de los tres poderes del Estado: Felipe González, presidente del Gobierno; Félix Pons y José Federico de Carvajal, presidentes, respectivamente, del Congreso y del Senado, y Antonio Hernández Gil, presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial. Entre otros asistentes destacaban también los presidentes de las comunida,des autónomas.

Tomás y Valiente hizo historia de los seis primeros años del alto tribunal y rindió homenaje a quienes dejaron de pertenecer al mismo, en especial al primer presidente, Manuel García-Pelayo, y al único magistrado fallecido, Plácido Fernández Viagas. Se refirió al gran volumen de asuntos pendientes. En concreto, de los 4.975 asuntos ingresados hasta el 30 de junio de 1986, quedan pendientes 1.012, y no es previsible que la capacidad de resolverlos aumente, dado el ritmo creciente de asuntos planteados.

Soluciones

Para remediar el atasco de asuntos a resolver, Tomás y Valiente sugirió algunas soluciones, entre ellas la reforma de la ley orgánica del. Tribunal Constitucional, así como "la toma de conciencia de que el problema existe y de que para hecerle frente", dijo, "es necesario que los ciudadanos y los poderes públicos sólo acudan al tribunal tras haber agotado otras vías de satisfacción y nunca con ánimo temerario o por oportunismo político mejor o peor entendido".

En relación con los procesos de declaración de inconstitucionafidad de determinadas leyes o normas, señaló que, respecto a las cuestiones planteadas por los jueces o tribunales, si existiese alguna. norma que permitiera a los órganos judiciales suspender la tramitación de los procesos pendientes en los que concurran identidad de elementos con la cuestión ya admitida por el tribunal, se evitaría el inútil planteamiento ante el Tribunal Constitucional de cuestiones idénticas a la primera.

Tomás y Valiente recordó que no existe ninguna norma que dé preferencia a la resolución de los procesos de inconstitucionalidad, propios del pleno del triburial y que compete al legislador decidir si conviene o no reformar la ley para distribuir los asuntos entro,, el pleno y las salas, a fin de lograr una menor duración de los procesos de declaración de inconstitucionalidad.

Respecto a los conflictos positivers de competencia, a la vista de la experiencia proporcionada por los 293 planteados -110 por el Gobierno de la nación y 183 por los de las comunidades autónomas, preferentemente Cataluña, País Vasco y Galicia, por este orden-, el presidente del alto tribunal sugirió la conveniencia de una comisión mixta previa. Recordó que la extensa duración de estos procesos debería conducir a las partes a calcular si es preferible aguardar quizá tres años a la sentencia o negociar previamente para evitar el conflicto.