Los "informáticos municipales"

Tres vehículos patrulla de la Policía Municipal circulan desde hace una semana con terminales móviles conectados al centro de proceso de datos de la Policía Nacional. Las pantallas de los terminales permiten a los agentes operadores, a los que en el cuerpo se conoce como los infomáticos, comprobar en pocos segundos si un ciudadano que haya levantado sospechas está reclamado judicialmente o si un automóvil ha sido denunciado como robado. El sargento Serrano, encargado del grupo, considera la labor de estos vehículos como de apoyo a la Policía Nacional.

La patrulla baja por la Gran Vía, en dirección a la plaza de España; dos jóvenes subidos en una moto circulan por el carril bus. El propietario del vehículo palidece al ver que los agentes lo retienen. En pocos instantes, a través de la terminal del ordenador instalada en el coche, los agentes disponen de información suficiente como para determinar que la moto no ha sido robada y que su conductor no está reclamado judicialmente.B. R., de 18 años, un muchacho delgado, rubio, vestido de forma deportiva y con las manos manchadas de grasa, afirma que se examinará la próxima semana para conseguir el carné del vehículo que conduce y que lo ha sacado un momento del taller donde se lo están arreglando para probarlo. "Venía de ahí, a la vuelta de la esquina", dice. Su amigo no lleva ninguna documentación y entre los dos hablan en voz baja mientras el agente toma las primeras notas para efectuar la, denuncia.

El propietario de la moto saca de uno de los bolsillos una bolsa de plástico y busca entre un montón de papeles el contrato de compra-venta. En media cuartilla, escrito a mano, el anterior propietario de la moto asegura que ha vendido el vehículo a B. R. y que se desentiende de lo que éste pueda hacer con él.

El agente no da crédito cuando escucha de boca del denunciado que se trata del contrato de venta y que es el único documento que posee.

"Mira este coche"

"Mira este coche que lleva unos días aquí", le sugiera el conductor al operador. El coche en cuestión está aparcado en la esquina de la calle de Princesa con la de San Bernardino. Tiene los bajos manchados, una ventanilla abierta y no ha sido denunciado como robado.Un Seat 600, conducido por un ciudadano sospechoso, figura como robado en la pantalla el día 20 de mayo de 1985. Su conductor, al que la policía acaba de interceptar, presenta todos su documentos en regla y asegura que, efectivamente, presentó una denuncia por robo, pero que se olvidó de retirarla cuando apareció el vehículo.

La jornada de los informáticos está llena de incidentes como los relatados. Los patrullas con terminales móviles se encuentran en constante movimiento a lo largo del día por toda la ciudad. A través de la pantalla se pueden enviar mensajes de cualquier tipo, lo mismo amistosos que directamente relacionados con el trabajo, a los agentes informatizados. La pantalla sirve también para comprobar que Santiago Corella, El Nani, no está reclamado por ningún juzgado.

"Se hace especial hincapié en lo que a vigilancia se refiere", asegura el sargento Serrano, "en los edificios oficiales, con objeto de detectar posibles coches bomba". Los terminales hasta ahora disponibles están instalados encima del salpicadero, debajo del mismo o en el asiento del copiloto, aunque todavía no se ha determinado cuál será su ubicación definitiva, puesto que su funcionamiento se encuentra en fase experimental.

Los agentes del 092 recurren a los patrullas informáticos cuando necesitan información rápida a través de la radio de los vehículos. La labor de estos agentes es definida por el sargento Serrano como de auxilio a la Policía Nacional y "será realmente eficiente cuando sea informatizado el gabinete radiotelefónico de la Policía Municipal, que permitirá controlar en cada momento la situación de todos los agentes".

El plan informático de la Policía Municipal madrileña ha supuesto una inversión inicial de 100 millones de pesetas.