Una misión del FMI examinará la economía española en la segunda quincena de octubre

La misión especial del Fondo Monetario Internacional (FMI) encargada de examinar la economía española acudirá a Madrid en la segunda quincena del mes de octubre, según ha comunicado el directorio del FMI al Gobierno español. Por otro lado, este sábado está previsto que el denominado grupo de los diez estudie la petición española para integrarse en este grupo selecto de países ricos. La petición española ha originado un inusual debate en el Gobierno español, con algún ministerio expresando dudas sobre su conveniencia.

La misión del FMI tiene previsto desarrollar su labor en dos fases La primera, que consiste en una serie de entrevistas con altos re presentantes de los diferentes ministerios económicos, el Banco de España, los holdings públicos, dirigentes sindicales y de los empresarios, correrá a cargo de varios funcionarios. La segunda fase estará dirigida por A. Whitome, un economista de reconocido prestigio que llegó hace años al FMI (como jefe de los asuntos europeos) procedente del Banco de Inglaterra.Algunos altos cargos de los ministerios económicos españoles han expresado un cierto temor por la eventualidad de que el informe del FMI de este año se convierta en una dura crítica de la situación económica española. El rigor con el que Whitome analiza las políticas económicas de los países miembros y los aparentes reveses cosechados en los últimos meses en los resultados económicos hace prever un informe duro por parte de la institución mundial, encargada de vigilar la puridad de las políticas económicas de los países miembros.

Frente a los dos últimos años, cuando el FMI endosó con satisfacción la política de ajuste seguida por el entonces ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, aclarando que "era la única posible", algunos sectores económicos españoles presagian este año la posibilidad de que el FMI resalte los reveses por encima de los logros conseguidos por el actual Gobierno. "Los responsables de este año son más rigurosos esta vez", declaró una alta fuente de Washington. A este dato hay que añadir, apunta la misma fuente, el mal comportamiento de los precios en España.

En el lado contrario cabe resaltar, en descargo del Gobierno español, el efecto adverso que ha supuesto para la economía la integración en la Comunidad Europea, la mayor competitividad de los productos extranjeros y del lado fiscal la difícil adaptación del sistema impositivo a la aplicación del IVA.

En relación a la petición española para integrarse en el denominado grupo de los diez, fuentes solventes han revelado el interesante debate iniciado dentro del Gobierno español respecto al tema, una vez que éste trascendiera a la Prensa. Inocencio Arias, portavoz de la Oficina de Información Diplomática, manifestó ayer que Francisco Fernández Ordóñez tenía previsto solicitar el apoyo a la petición española por parte del secretario de Estado George Shultz, cuyo departamento está representado en el grupo de los diez.

Reserva a la petición

Al parecer, el conocimiento público de la petición provocó una reunión de la comisión interministerial encargada de analizar las relaciones económicas de España con los países en desarrollo. En esta reunión algún ministerio expresó su reserva a la petición, que teóricamente fue presentada sin conocimiento del Gobierno en pleno.Algunas fuentes ministeriales han señalado que la petición española, de ser aprobada, plantea un coste económico que no merece la pena afrontar en estos momentos. Se trata de la firma del Acuerdo General de Préstamos (AGP) del FMI, que obligaría a España a un desembolso de 400 millones de dólares.

Este sábado, en el curso de la prevista reunión del grupo de los diez en Washington, con motivo de las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial, es posible, aunque no probable, que el G-10 aborde la petición española. Todo dependerá del presidente de turno del grupo, que en la primavera pasada correspondió al ministro holandés de Finanzas, Onno Ruding, hoy uno de los candidatos a suceder al francés Jaques de Larosière, que dimitirá en enero de la dirección del FMI.