El episcopado critica a los organizadores y participantes del VI Congreso de Teología

La comisión permanente de la Conferencia Episcopal ha hecho pública una nota, tras una reunión ordinaria, en la que critica duramente a las personas que organizaron el VI Congreso de Teología (celebrado en Madrid entre los días 10 y 14 de este mes), a algunos medios de comunicación y a cuantos le prestaron su apoyo. También critica el hecho de que hayan sido invitadas al congreso "personas que mantienen graves divergencias con la Santa Sede, como el teólogo Hans Küng y el sacerdote Fernando Cardenal, ministro de Educación de Nicaragua".

Los 17 obispos que integran la permanente del episcopado (incluido el secretario de la Conferencia Espiscopal, Fernando Sebastián) dicen que aceptan sin reservas cuanto en ésta y otras iniciativas semejantes pueda haber de esfuerzo sincero para la renovación de la Iglesia, pero añaden que en este caso, han comprobado que "dentro y fuera del congreso se han manifestado actitudes y juicios que comprometen el valor eclesial del mismo y desorientan la fe y la vida cristiana de los fieles"."No resulta compatible", añaden, "con la aceptación sincera del ministerio jerárquico de la Iglesia invitar como maestros del pueblo de Dios a personas que han sido desautorizadas para enseñar en nombre de la Iglesia o mantienen graves divergencias en sus actuaciones y enseñanzas con sus propios obispos y con la misma Santa Sede. Tal es el caso del profesor Hans Küng y del sacerdote Fernando Cardenal, ministro del Gobierno de Nicaragua".

Los obispos añaden: "Resulta injusta y perturbadora la difusión de críticas generalizadas y demagógicas contra el Papa, contra los obispos y contra el resto de la comunidad cristiana, tal como se ha hecho con ocasión del congreso, con la llamativa colaboración de TVE y otros medios informativos, algunos de ellos de tendencia marcadamente laicista y antieclesial. De estas acusaciones indiscriminadas contra los pastores y la comunidad cristiana en general deben sentirse responsables los mismos organizadores del congreso y cuantos le han prestado su apoyo"

A la vista de estos hechos, los obispos se preguntan "con preocupación si debajo de todo ello no late una concepción de la Iglesia y de las exigencias reales de la comunión católica que cuestiona de hecho la existencia, dentro de la Iglesia, de un ministerio de origen apostólico y de naturaleza sacramental llamado a garantizar la autenticidad de la fe católica, con facultad y deber de regir la Iglesia en nombre de Jesucristo".

La reacción de los obispos al Congreso de Teología ha sido recibida con "extrañeza" por al gunos de los miembros de la comisión gestora de dicho congreso. Uno de los coordinadores de esta comisión, el teólogo Evaristo Villar, ha dicho que le sor prende que este año no asistieran miembros de la jerarquía católica, a pesar de que fueron in vitados al congreso desde el presidente y el secretario de la Con ferencia Episcopal hasta otros obispos auxiliares. "Me parece muy bien su llamada al diálogo", dice Villar, "porque nosotros he mos estado dispuestos también en todo momento a este diálogo. A la mesa en la que participaron Hans Küng y Fernando Carde nal también fueron invitados re presentantes del episcopado, pero no acudieron".

El catedrático y escritor José María Valverde, que pronunció la primera conferencia del congreso, estima que la nota no es tan dura como podría creerse en principio. Tras conocer el contenido de la nota episcopal, Valverde cree que los prelados han planteado una cuestión de poder intraeclesial que no se planteó en el congreso. "Me parece un tanto excéntrico hablar de una cuestión que no era la cuestión central. En el congreso se debatió la cuestión de la fe, no del poder".