Las rentas declaradas por los asalariados superan en más del doble a las de empresarios y agricultores
Los ingresos medios que declaran a Hacienda los asalariados siguen siendo más del doble de los que dicen obtener empresarios y agricultores, a pesar del fuerte aumento experimentado por las rentas de estos colectivos en las declaraciones del pasado año. Frente a 1.228.215 pesetas que declararon los contribuyentes que cobran por nómina, los dedicados actividades empresariales tributaron por una renta media de 596.829. Los ingresos de los profesionales sólo crecieron un 6,46% para situarse en 945.324 pesetas anuales.
Los últimos datos elaborados por Hacienda corresponden alas declaraciones del impuesto sobre la renta realizadas el pasado año, que recogen los ingresos generados en 1984. Las cifras oficiales muestran un incremento del 28,23% en los rendimientos obtenidos por empresarios y agricultores. Aunque se trata del mayor porcentaje de aumento experimentado en la distribución de los contribuyentes por sectores, la distancia continúa siendo abismal, pues sus beneficios sólo representan el 48,59% de lo que dicen ingresar los trabajadores. También las rentas medias de los profesionales son todavía un 30%. inferiores. La desproporción es aún más grande en los impuestos pagados, ya que las escalas del IRPF son progresivas y castigan en mayor proporción a las rentas más elevadas.Los ingresos de los asalariados crecieron un 10,1%, con respecto al ejercicio anterior. Los de empresarios y agricultores lo hicieron en más del doble (28,23%), mientras que las los profesionales aumentaron un 6,46%, las de capital mobiliario en un 4,14% y las procedentes de los bienes inmuebles en un 5,91%. Si se comparan las declaraciones de los últimos cinco años de los que existen estadísticas oficiales (de 1979 a 1984), los rendimientos medios de los trabajadores han crecido porcentualmente más, a pesar de partir de cantidades declaradas mucho más elevadas.
'Salto' positivo
Sin embargo, el Ministerio de Hacienda considera positivo el salto experimentado el pasado año, como consecuencia de las medidas adoptadas en lo que se refiere a la Estimación Objetiva Singular. El rendimiento neto de las actividades empresariales, de 596.829 pesetas, se desglosa en 708.578 pesetas que manifestaron haber ganado los empresarios en 1984 por sólo 319.117 los agricultores. La preocupación se centra especialmente en el colectivo de profesionales, cuya media no llega al millón de ingresos anuales y que el año pasado aportó a la recaudación por el IRPF el porcentaje más bajo de los últimos cinco años computados.
Estas cifras sólo son posibles, según fuentes de Hacienda, porque es en estos dos colectivos (actividades empresariales y profesionales) donde se concentra con mayor intensidad la ocultación fiscal. Las informaciones que proporciona el IVA y otras documentaciones que están siendo registradas por el Centro de Proceso de Datos podrán dar eficacia a los planes de inspección puestos en marcha.
En 1985 se presentaron 6.574,.692 declaraciones por renta que ofrecieron una base imponible total de 8,5 billones de pesetas. Los asalariados representaron el 81,1 % del total (6,9 bilones de pesetas). Los ingresos del 1.082.762 contribuyentes dedicados a. actividades empresariales fueron de 646.224 millones, mientras que los 229.481 profesionales confesaron haber obtenido 296.127 millones de pesetas. El hecho de que una misma persona puede declarar distintas actividades hace que estas medias aritméticas resulten algo superiores a las de rendimientos medios por sectores.
El conjunto de las rentas declaradas continúan siendo moderadas. El 82% del total están entre cero y 1.800.000 pesetas anuales, y el 46,87% no llega al millón. El tramo más numeroso, que agrupa al 16,67% del total, es el comprendido entre 600.000 y 800.000 pesetas. Las rentas altas son patrimonio de una minoría, pues sólo un 1,19% del total (77.876 personas) reconoce más de cinco millones de pesetas. Como ejemplo máximo, 516 contribuyentes declara ingresos de entre 25 y 30 millones y 1.148 más de esa cantidad. Estas rentas privilegiadas tampoco soportan una presión fiscal decisiva: el grupo de los que ganan más de cinco millones sólo paga impuesto por el 5,64% de la base imponible total. Sin embargo, los ingresos anuales han experimentado en los últimos años un efecto de traslación hacia rentas superiores.
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