Francia, cerrada con llave
LE FIGAROEl terrorismo internacional ha traído la guerra a Francia, y Francia está en guerra. Chirac, por tanto, ha adoptado el tono de un jefe guerrero. Es lo que se esperaba de él.
Chirac pide a todos los franceses que se adapten a esta situación de guerra, que se muestren vigilantes y que acepten en su vida cotidiana, tanto en aras de los intereses individuales como en el de la nación en su conjunto, los inconvenientes derivados de una situación así.
El primer ministro emplea el lenguaje que es preciso. Pero, frente a la escalada de este desafío y el incremento prácticamente diario de los peligros, las palabras no bastan. Hay que actuar en estos momentos con la mayor firmeza.
Chirac se ha declarado presto a ello con una resolución extrema que nadie puede poner en cuestión. Esto es lo que la inmensa mayoría de los franceses esperaban escuchar de él. Por primera vez, desde hace mucho tiempo, y a pesar de la evidencia del peligro, los franceses se sienten un poco más tranquilizados.
Aprueban el recurso al Ejército para asegurar el control de las fronteras, así como el restablecimiento de los visados de entrada para todos los extranjeros que no sean europeos. Aprueban las medidas de seguridad adoptadas por el Gobierno. Aprobarán en el futuro que los culpables y aquellos de sus cómplices que caigan en manos de la policía sean castigados sin piedad. Incluso aprobarán, como acaba de asegurar el primer ministro, que se haga "pagar el precio más alto" a aquellos que manejan los hilos de los terroristas, quienesquiera que sean, incluso si se trata de "países extranjeros". ( ... )
París, 16 de septiembre
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.