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Grupos ecologistas dificultan la caza en las lagunas artificiales del Gigüela

Representantes de varios grupos ecologistas de Castilla-La Mancha intentaron impedir ayer la celebración de cacerías de aves acuáticas; en las lagunas artificiales de Quero y Villafranca, en el cauce del río Gigüela. Los ecologistas lanzaron cohetes inofensivos y emitieron sonidos extraños para espantar a. las aves y evitar su matanza.

Ayer fue el primer día de apertura de la veda de aves acuáticas en Toledo. A este respecto, los ecologistas han manifestado su sorpresa por el hecho de que sea precisamente éste, donde se encuentra. una de las pocas zonas húmedas, de La Mancha bien conservadas, el primer lugar donde se abre la veda de aves acuáticas.

Los ecologistas entregaron ayer una carta dirigida a José Luis Oriol, propietario de la laguna Taray, que los ecologistas tuvieron que abandonar tras la llegada de la Guardia Civil. El texto señala que la apertura de la veda en el conjunto de Quero y Villafranca es una "crasa irresponsabilidad únicamente justificable por la inercia de una Administración insensible y motivada por intereses exclusivamente productivistas". Los ecologistas reconocen "el beneficio que indirectamente suponen las actividades que promocionan, pero es hora de que la naturaleza se conserve por lo que vale en sí misma y no por los beneficios que reporta a economías poco necesitadas".

Los grupos ecologistas recuerdan que su defensa de las lagunas artificiales no significa "nunca la defensa del uso y del abuso que suponen su cacerías anacrónicas".

En las lagunas de Villafranca, los ecologistas se metieron en el agua, entre las barcas de los cazadores. "A pesar de eso", han señalado, "siguieron disparando". Los ecologistas tuvieron que salir del agua cuando se personó la Guardia Civil.

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