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Una chica de 16 años fallece al caer desde un tercer piso

Gemma Blanco Gutiérrez, de 16 años, murió el miércoles por la mañana al caer desde una de las ventanas de su domicilio, en la calle de Isaac Peral (distrito de Moncloa). La joven se encontraba en el piso, una tercera planta, en compañía de su madre y estaba esperando a una amiga para ir a matricularse en el instituto de bachillerato San Isidoro de Sevilla, centro donde estudiaba desde el primer curso de BUP.Gemma había suspendido tres asignaturas en los exámenes de septiembre (inglés, latín y matemáticas), por lo que debía repetir curso. Tuvo conocimiento de estas calificaciones la semana pasada.

Según la directora del colegio, Clara Barreiro, "era una niña muy alegre". "El prototipo de una chica sin especiales problemas, con unos padres muy comprensivos y muchos amigos en el instituto. A todos nos ha sorprendido mucho, pues era encantadora", dijo.

Gemma acababa de llegar de pasar las vacaciones en la sierra madrileña con sus padres. Después de matricularse, tenía previsto volver a la sierra. Tras ocurrir el accidente, su madre se lamentaba por no haber colocado barrotes en las ventanas, que se encuentran a escasa altura y resultan peligrosas. Poco después, hacia las 11.30 horas, se dirigió al instituto. "Entonces", explica Barreiro, "había muchos chicos del colegio que habían venido a recoger sus notas. Ver a una madre que llega llorando porque su hija se ha muerto, y con alguna mancha de sangre en la ropa, pudo impresionar a más de uno y desatar la fantasía sobre un posible suicidio por fracaso escolar". La directora termina señalando que conocía muy bien a esta alumna: "Era una chica relajada, de mentalidad un poco infantil y consciente de sus limitaciones académicas".

En la secretaría del colegio se comentaba la posibilidad de que Gemma estuviese tendiendo ropa. La escasa altura a la que se abre el hueco de la ventana y el hecho de que esa mañana no hubiera desayunado pudieron provocar una pérdida del equilibrio o mareo. También se apuntaba que no se oyó ningún grito, ni ruido. Una de las barras del tendedero estaba doblada, "por lo que quizá tratase de agarrarse antes de caer", comentan las mismas fuentes. Minutos antes de la caída, su madre le había dicho que se diera prisa para que no esperase su amiga.

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