Ahorcados en Suráfrica tres guerrileros negros
Tres guerrilleros del movimiento nacionalista Congreso Nacional Africano (ANC) fueron ahorcados ayer en Pretoria, junto a otros tres criminales comunes, después de ser encontrados culpables de la muerte de seis personas en dos atentados. Entre tanto, Coretta King canceló ayer de mala manera una entrevista con el presidente Pieter W. Botha ante las críticas que tal reunión provocó entre dos destacados opositores al Gobierno.
ENVIADO ESPECIAL Winnie Mandela, esposa del encarcelado líder del ANC, Nelson Mandela, y Allan Boesak, presidente del Consejo Mundial de Iglesias Reformadas y fundador del Frente Democrático Unido, el principal grupo legal de oposición al apartheid, con una pretendida afiliación de dos millones de personas, habían anunciado su negativa a entrevistarse con King si ésta se reunía con Botha.Coretta King, presidenta del Centro Mundial para el Cambio no Violento, que lleva el nombre de su marido, doctor Martin Luther King -el asesinado campeón de los derechos civiles norteamericanos-, se trasladó a Suráfrica la pasada semana para asistir el domingo a la entronización del premio Nobel de la Paz Desmond Tutu como primer arzobispo negro de Ciudad del Cabo, y al mismo tiempo realizar una investigación sobre el terreno de las condiciones en Suráfrica con destino al presidente Ronald Reagan. King tiene previsto informar personalmente a Reagan a su regreso a Estados Unidos. De ahí la importancia que tiene su decisión de cancelar su entrevista con Botha, considerada como el primer desaire que se realiza al state president, título oficial de Botha.
Por el momento no se ha producido ninguna reacción oficial por parte de la oficina presidencial situada en el complejo del Parlamento, en Ciudad del Cabo. Ante el embarazo de los ayudantes de Botha, un miembro del séquito de Coretta, el hombre de negocios negro Robert Browne, cuyo nombre fue mencionado en el pasado como próximo embajador de Estados Unidos en Pretoria, se presentó en la secretaría presidencial para informar a las 12. 10 que la entrevista pedida por Coretta no tendría lugar.
Un cuarto de hora después, Coretta King hizo público un comunicado de Prensa en el que manifestó que precisaba más tiempo para poder adquirir una comprensión de los complejos problemas en Suráfrica. "Consecuentemente", añadió, "he informado al señor Botha de mi deseo de entrevistarme con él en una fecha posterior", deseo que los observadores consideran prácticarnente imposible que sea concedido.
El comunicado hacia una referencia indirecta a las negativas de Winnie y de Boesak de recibir a Coretta si ésta veía a Botha, al manifestar el respeto que la viuda de Martin Luther King tenía por los líderes negros de Suráfrica, "que tan valientemente y con tanta determinación han luchado contra las prácticas inhumanas e injustas del apartheid. Además de los líderes citados, representantes de United Democratic Front (UDF) habían expresado igualmente y por las mismas causas reservas parecidas a entrevistarse con la dirigente negra norteamericana. Aparentemente, el donominador común de los opositores al apartheid es que había pasado el tiempo de llevar a cabo investigaciones sobre el terreno sobre la situación en Suráfrica, que esta situación era de sobra conocida y que se precisaba una acción concertada.
Por su parte, el UDF es:una de las organizaciones que, junto a otras nacionales e internacionales, como Amnistía Internacional, habían apelado a Botha para que conmutase las sentencias de muerte de los tres miembros del ANC, terroristas, en el lenguaje oficial del Gobierno. Los tres súbditos, Subusiso Zondo, de 19 años; Sipho Xulo, de 25, y Clarence, Lucky, Payi, de 20, fueron ejecutados a las siete de la mañana de ayer en la prisión de Pretoría, situada en las afueras de la capital surafricana, junto a tres criminales comunes convictos de asesinato.
Según manifestó su abogado, los tres le manifestaron que estaban dispuestos a morir por su pueblo y que no querían pedir clemencia. Zondo había puesto una bomba el pasado diciembre en un supermercado, que causó la muerte a cinco personas y heridas a otras tantas, incluidos varios niños. Los otros dos fueron declarados culpables del asesinato de un negro considerado como colaboracionista.
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