Vecinos de la Moncloa
Una granada lanzada el 21 de febrero de 1980 por ETA Político-militar contra el helipuerto del palacio de la Moncloa desde las inmediaciones del edificio circular de la universidad Complutense hizo que este inmueble pasara a quedar dentro de la zona de seguridad del palacio.Desde entonces, miembros de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han patrullado en torno al edificio abandonado, han realizado frecuentes inspecciones y han prohibido el paso a cualquier persona que pretendiera acercarse al mismo.
Si bien esta vigilancia puso fin a los continuos robos de elementos de hierro, tuberías de plomo y radiadores, así como al destrozo de cristales por parte de gamberros, dio pie a curiosas anécdotas. El edificio, catalogado en 1975 por el Congreso de la Unión Internacional de Arquitectos como uno de los 24 más interesantes de Madrid, ha atraído desde que se construyó a numerosos estudiosos de arquitectura. En los últimos años, sin embargo, los grupos de arquitectos japoneses o norteamericanos que se han acercado a la zona han tenido que conformarse con verlo de lejos, ante la imposibilidad de acercarse a él y mucho menos de recorrerlo.
Fernando Higueras manifestó que Antonio Miró, el otro autor del proyecto, vio un día frustrado su deseo de enseñárselo a su hijo. Daniel Ruiz afirmó asimismo que, a causa de la seguridad, cuando se recepcionaron las obras por parte del ministerio los interventores tuvieron problemas para acceder al inmueble al no estar sus nombres en la relación que tenía la Guardia Civil. De hecho, la empresa Comsa ha facilitado una lista con la identidad y la fotocopia del documento nacional de identidad de los trabajadores que realizan las obras. A pesar de ello, los servicios de seguridad de la Moncloa realizan controles periódicos en el edificio, que, a causa de esta vecindad, a punto estuvo de convertirse en sede de la Presidencia de Gobierno.
Ha sido precisamente esta cercanía a la Moncloa una de las causas que han impedido fijar un programa de obras para la terminación, de la corona de espinas, pues, según dijo Higueras, por el momento se desconoce si se va a elaborar un plan de. seguridad especial con vistas a su futuro uso y si, por tanto, habrá que instalar algún sistema de seguridad, que encarecería la obra.
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