Un estudiante muere en Valencia tras quemarse a lo 'bonzo' en protesta por el sistema educativo
Evaristo Fidel Zomeño Muñoz, de 23 años de edad, murió en la madrugada de ayer en Murcia a consecuencia de las gravísimas quemaduras sufridas cuando en la tarde del viernes, en Valencia, prendió fuego a su cuerpo, previamente rociado con un líquido inflamable. Según una nota que había dejado escrita previamente, el joven había decidido poner fin a su vida para denunciar las deficiencias del sistema educativo en la universidad, que consideraba poco humana e irracional.
El hecho ocurrió ante la puerta de la Escuela Superior de Ingenieros Agrónomos de Valencia, donde cursaba estudios. Evaristo Fidel Zomeño, ingresado inicialmente en la residencia sanitaria La Fe. A medianoche, fue trasladado en estado crítico a la ciudad sanitaria Virgen de la Arrixaca, en Murcia, por expresa voluntad de su familia, que reside en la pedanía de Cabezo de Torres, cercana a aquella ciudad, informa Paloma Reverte. Estaba prácticamente desahuciado por los médicos que le atendieron en Valencia y falleció durante el traslado.A media tarde del viernes, el joven murciano acudió sin compañía a la Escuela, al parecer con la intención de comprobar las notas obtenidas en un examen, expuestas en el tablón de anuncios. Sin mediar palabra, salió al exterior del edificio, arrojó al suelo una nota manuscrita que portaba consigo, se roció con el líquido infiamable y se prendió fuego. Avisada la policía por los bedeles del centro, su cuerpo en llamas fue apagado con extintores y trasladado urgentemente a la sección de quemados del citado hospital valenciano.
Evaristo Zomeño ingresó consciente y con quemaduras de segundo y tercer grado en el 99% de su cuerpo. Al personal que le atendió manifestó reiteradamente que le dejaran en paz, que queria dormir y amanecer muerto y, sobre todo, que avisaran a su familia. Al negarse a dar su nombre, el contacto posterior con sus padres pudo efectuarse gracias al carné universitario que llevaba consigo.
La nota dejada por el joven estudiante decía textualmente: "Por una enseñanza más humana y racional, que no destroce a tanta gente, en especial a los más débiles. Fidel, un débil". El fállecido, tras haber cursado en su ciudad natal el primer curso de la carrera, estaba matriculado en Valencia desde 1983. Tenía pendiente una asignatura de segundo y sólo había aprobado dos de tercero. Pese a todo, Evaristo Zomeño estaba considerado como un buen estudiante. "Era un fuera de serie y estaba en perfectas condiciones físicas y psíquicas", según uno de sus cuatro hermanos. Fue enterrado ayer tarde en el cementerio de Cabezo de Torres.
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