Los educadores de la población gitana piden para ella programas de desarrollo comunitario
Las VI Jornadas de Enseñantes con Gitanos, clausuradas ayer en Madrid, han tenido como permanente telón de fondo la idea de que la mera escolarización no resuelve los graves problemas de marginación de la población gitana. Coherentemente, una de las principales conclusiones del encuentro, en el que han participado más de 300 profesionales, es la propuesta de que la educación de los gitanos, como la de todas las minorías marginadas, se inserte en proyectos concretos de desarrollo comunitario. Los ejes fundamentales de tales proyectos son la sanidad, el trabajo, la cultura, la asistencia social y la educación.
Las críticas vertidas por los participantes en las jornadas acerca de la actuación de la Administración se refirieron especialmente a la insuficiente coordinación entre las diversas instancias de aquélla para acometer globalmente la solución de un profundo problema sociocultural y económico, que excede ampliamente del ámbito de la escuela.
En este sentido, los profesionales que trabajan con gitanos, en escuelas específicas o mixtas, consideran bastante relativo el progreso indudable sobre el inmediato pasado que representan los actuales programas de educación compensatoria. Ellos piensan que aproximar al gitano al hecho educativo sirve de muy poco, porque casi siempre se pretende adaptar el individuo a la escuela cuando debiera ser al revés.
Por otra parte, la insuficiencia de la compensación educativa que se pretende fracasa, en opinión de los participantes en las jornadas, porque la acción que se desarrolla en el ámbito escolar no se acompaña en paralelo, y con la misma intensidad, en todos los frentes que constituyen el origen de la marginación.
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