Los estatutos de CAZAR provocan nuevas discrepancias entre la directiva y el Gobierno aragonés

La aprobación de los nuevos estatutos de la Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja. (CAZAR), cuya asamblea general tendrá lugar a tal fin mañana, viernes, ha vuelto a suscitar discrepancias entre el Gobierno aragonés y los directivos de dicha entidad. La UGT de Zaragoza ha denunciado presiones por parte de directivos de la CAZAR para que la asamblea rechace los estatutos.

El director general, José Joaquín Sancho Dronda, rechazó tales acusaciones y señaló que las reuniones provinciales previas a la asamblea general tenían un carácter informativo. "Parece lógico que se explique a los consejeros y a los representantes de los impositores cuáles van a ser los cambios, las diferencias de los estatutos que tienen que examinar", precisó.

Los puntos sobre los que existen discrepancias y que motivaron que el pasado mes de junio el Gobierno aragonés rechazara los estatutos, se refieren al cargo de presidente y su dedicación exclusiva; al veto que el actual consejo de administración pretende imponer al representante regional en la comisión de control; limitar a uno los representantes municipales en el citado consejo; prolongar por un año el mandato del actual presidente; incompatibilidad entre el puesto de director general de la caja y militar en un partido político o central sindical; obligación de todos los órganos de la caja de mantener secreto sobre los acuerdos y deliberaciones.

El consejero de Economía y Hacienda del Gobierno regional, José Antonio Biescas, confirmó ayer en una conferencia de prensa las supuestas presiones ejercidas a los componentes de la asamblea. Estas maniobras se traslucen en la manera de presentar el texto a debatir en la asamblea del día 5.

Intencionalidad

El consejero aprecia "intencionalidad" en dicha presentación, pues por un lado aparece la modificación introducida en 16 artículos, referentes a "cuestiones menores", y por otro un bloque de los textos alternativos a los ocho artículos en los que existen las diferencias de fondo.Sobre este texto alternativo se dice que ha sido elaborado "conforme a las indicaciones del departamento de Economía y Hacienda de la Diputación General de Aragón, cuyo contenido modifica los criterios inicialmente marcados por la asamblea general". Dichos artículos fueron redactados por el consejo de administración de la CAZAR y supervisados por el Ejecutivo regional. Si este texto alternativo es rechazado se volvería a los primitivos estatutos, a los que el Gobierno autónomo no dio el visto bueno en su día.

El consejero manifestó que en algunas de las asambleas provinciales "se predispuso" a sus miembros para que voten en contra de los estatutos, caso de Logroño, donde ya se acordó rechazarlos.