Aquí, en Asturias,

cuando el fútbol está en horas bajas y no hay ningún escándalo municipal u otros asuntos importante, un tema de conversación muy socorrido es Iberia: que si sus pilotos son muy peseteros; que si, muchas de sus azafatas se creen la reina de Saba; que si a los y a las que despachan sus billetes hay que dirigirse con genuflexión y reverencia para que te atiendan; que si los equipajes; que si las esperas; en resumen, que Iberia era una compañía que trata a sus clientes a patadas.Entonces, cuando empezó a circular el rumor de que próximamente Iberia no volaría más a Asturias, siendo sustituida por Aviaco, yo, que nunca he viajado en avión, imaginé las primeras páginas de los periódicos regionales con grandes titulares, diciendo algo así como: "Por fin, Asturias se libra de Iberia", y creí que los usuarios del avión estarían más felices y contentos.

¡Pero resulta que está pasando lo contrario!

Ahora, que se confirma ese cambio, todo el mundo defiende a Iberia a capa y espada; todo el mundo quiere que sigan las cosas como están. Y cuando digo todo el mundo, creo que por esta vez casi se puede dar el sentido literal -a esa expresión, -porque incluso gentes que no tienen nada que ver con los aviones se están preparando para luchar por los vuelos de Iberia Creo que se puede decir que ningún asturiano defiende el cambio.

¿En qué quedamos? ¿Viajar en Iberia es un suplicio? ¿O Iberia es una compañía maravillosa y sus empleados son unas personas serviciales, amables, atentas y encantadoras?

¿Alguien podría aclararme este lío?

Y, a propósito, ¿tan mala es Aviaco para que nadie la defienda?

¿No creen que en todo esto se debería pensar quién puede dar mejores servicios y no en el nombre y categoría de la compañía?