Fracasa la jornada de protesta en Chile, bajo la amenaza de aplicación del estado de sitio

La jornada de protesta convocada por la Asamblea de la Civilidad para el miércoles tuvo escasa repercusión. Bajo una masiva vigilancia policial y militar y la amenaza de la aplicación de la legislación del estado de sitio por el secuestro de un coronel del Ejército, sólo 300 personas respondieron a la convocatoria de una marcha por el céntrico parque Bustamante, siete de las cuales fueron detenidas. Los manifestantes gritaban "Queremos justicia" frente al hospital del Trabajador, donde está internada Carmen Gloria Quintana, que fue quemada, según algunos testigos, por una patrulla militar.

Durante la tarde del miércoles (madrugada de ayer en España), unos 50 dirigentes opositores, acompañaron hasta los tribunales de justicia al presidente interino de la Asamblea de la Civilidad, el médico Ricardo Vaccareza. Éste entregó una carta dirigida al pleno de la Corte Suprema, en la que la Asamblea -que reúne a un amplio sector de la oposición chilena- se quejaba por la actuación judicial durante el régimen.La oposición todavía no ha decidido Convocar en su conjunto una nueva huelga general para los días 4 y 5 de septiembre, como propuso el Comando Nacional de Trabajadores, la principal organización sindical del país. Sin embargo, espera hacer más efectiva su actividad, ya que el martes pasado salieron en libertad bajo fianza los 14 dirigentes de la Asamblea que se encontraban detenidos por convocar la huelga general del 2 y 3 de julio.

No obstante, el clima es adverso. En la noche del miércoles, la dirección de Comunicación Social del régimen prohibió la publicación de informaciones y opiniones sobre el secuestro del coronel del Ejército Mario Haeberle, excepto "las de carácter oficial emanadas del Gobierno, todo ello con el fin de no entorpecer las investigaciones en curso".

El ministro de Defensa, el vicealmirante Patricio Carvajal, dijo que el régimen puede aplicar un estado de sitio. "Es una posibilidad que siempre está presente", admitió. En tres ocasiones durante el año, la Junta de Gobierno no ha aceptado que Pinochet aplique esta medida porque podría provocar una restricción de los créditos exteriores al régimen.

La Prensa chilena no informaba ayer sobre los numerosos allanamientos que se realizaron en barrios elegantes de la capital ni sobre los controles de carreteras y los registros de vehículos en búsqueda del coronel. En los allanamientos participaron tropas del Ejército -en algunos casos, con las caras pintadas con betún negro-, carabineros y servicios de seguridad. El despliegue está destinado a dar con el paradero de los secuestradores del coronel. Una foto instantánea enviada por el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), en la que aparece el militar, reveló que este grupo izquierdista, que combate con las armas al régimen, tiene en su poder a Haeberle.

Durante dos allanamientos realizados en los barrios periféricos de Paine y La Pintana, al sur de Santiago, los servicios de seguridad localizaron dos nuevos arsenales, en los que había armas ligeras, explosivos y lanzacohetes. Con este descubrimiento se elevan a seis los depósitos de armas descubiertos en los últimos 10 días, pero disminuye la credibilidad sobre su existencia.

Escasa credibílidad

Una encuesta publicada recientemente en un matutino chileno reveló que sólo dos de cada 10 personas creen en los hallazgos. El FPMR y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, dos grupos armados, negaron que las armas les pertenecieran.

[Un portavoz del FPMR que llamó a dos agencias de noticias informó que el grupo aún no ha determinado cuándo liberará al coronel. Según expresó el portavoz a la Upi, el militar será puesto en libertad cuando el régimen abandone su política represiva. En una carta, el grupo extremista pidió a los miembros de las Fuerzas Armadas que deserten o no obedezcan al alto mando y a Pinochet.]

El Frente Patriótico Manuel Rodríguez se formó hace dos años, y aunque sus integrantes lo niegan, se le acusa de vinculación al Partido Comurústa y de ser "terroristas". Hace tres meses, el grupo secuestró a un cabo de la policía durante dos días.