España exige explicaciones a Chile por actos de espionaje contra la embajada
La Embajada de España en Saritiago, de Chile ha sido objeto de espionaje, al menos durante dos meses, por la Central Nacional de Informaciones (CNI), organismo de los servicios chilenos de información, según confirmaron ayer fuentes del Ministerio español de Asuntos Exteriores. Por encargo del ministro, Francisco Fernández Ordóñez, el embajador español en Chile, Miguel Solano Aza, se entrevistá ayer con el jefe de la diplomacia de Chile para pedirle explicaciones por lo sucedido.Los cabos retirados de la Armada Patricio Geldres, de 33 años, y Víctor Enriqui, de 31 años, revelaron cómo se llevaban a cabo las actividades de espionaje contra la Embajada española y al menos contra otras cinco representaciones diplomáticas en Santiago -entre ellas, la de EE UU- poco antes de abandonar Chile. Según contaron los dos militares citados, el procedimiento para filtrar la Embajada española en Santiago era sencillo. A diario recogían la basura y desperdicios que la representación arrojaba, y con los restos de papel reconstruían, en un verdadero rompecabezas, los documentos originales manuscritos.
Fuentes oficiales españolas aseguraron "estar al corriente" de los hechos, si bien precisaron que lo obtenido por los espías tenía muy escaso valor. Añadieron que el dispositivo de seguridad de la embajada había sido reforzado para evitar que se produzcan acciones similares en lo sucesivo.
El sistema más utilizado por los espías en el caso de la Embajada española consistía en recoger todos los desechos de las papeleras y reconstruirlos con sistemas altamente elaborados. Así se apoderaron de cartas enviadas por el embajador y el encargado de negocios al Ministerio de Asuntos Exteriores español.
Según fuentes oficiales en Madrid, ningún empleado de la sede diplomática española está implicado en las actividades de espionaje.
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