El proteccionismo frena el comercio mundial

Las estimaciones más recientes sobre la evolución del comercio mundial durante el presente año de 1986 hacen pensar al autor que, ciñéndose al ámbito de los países no comunistas, su crecimiento va a ser algo inferior al previsto, a pesar de las favorables expectativas creadas por el relanzamiento económico que se experimenta en buen número de naciones industrializadas. Importaciones y exportaciones crecerán poco más del 4%, con lo cual se superará el porcentaje de 1985, pero se quedará bastante por debajo de las tasas superiores al 8% obtenidas hace dos años, en pleno tirón importador estadounidense y exportador de Japón.

En alguna medida, este comportamiento puede explicarse por circunstancias tales como los menores recursos de que disponen los países miembros de la OPEP, con lo cual repetirán probablemente la tasa del 12% de descenso de las importaciones que experimentaron en 1985, o la caída de la cotización del dólar, que está haciendo que se contengan las compras en el exterior por parte de Estados Unidos, aunque con la contrapartida de que se ven favorecidas las exportaciones. Igual fenómeno, aunque en sentido inverso, está dándose en Japón con la prolongada revalorización del yen, que dificulta el tradicional dinamismo exportador de ese país.Sin embargo, el obstáculo más importante para la expansión del comercio internacional continúa residiendo en las prácticas proteccionistas, todavía generalizadas, tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo.

Trabas a la importación

Un reciente informe del organismo que más vela por la pureza de los intercambios mundiales, el GATT, revelaba la existencia de al menos 120 disposiciones restrictivas de la importación o acuerdos de reparto de mercado, que siguen estableciéndose a un ritmo aproximado de tres mensuales.

Y si estas prácticas son, en general, atribuibles a los Estados con mayor peso industrial o a grandes compañías multinacionales, la otra cara de la moneda es el sistema general de preferencias suscrito por los países menos desarrollados para estimular el comercio sur-sur, como respuesta a lo que ellos consideran creciente proteccionismo de las naciones más ricas.

En medio de este repertorio de trabas al libre comercio, continúan en el seno del GATT los esfuerzos por desmontar unas barreras que nunca habían desaparecido del todo y que se mantenían fundamentalmente para los productos agrícolas y textiles, pero cuya lista se ha visto incrementada con otros muchos. El comercio agrícola se halla intervenido en un 60% de su valor; pero más del 20% del que se refiere al conjunto de productos manufacturados está sometido a restricciones arancelarias: los ya mencionados textiles, el acero, los barcos, los automóviles y algunos aparatos electrónicos figuran entre los más significativos.

La crisis económica

Durante más de un cuarto de siglo, en el período que media entre el final de la II Guerra Mundial y la crisis económica iniciada en 1973, se asistió en el mundo a un proceso de clara liberalización de los intercambios comerciales, que determinó que las exportaciones de productos manufacturados crecieran anualmente entre dos y tres puntos porcentuales por encima de la producción industrial y que significó una importante contribución al desarrollo económico: fueron bastantes los países que abandonaron la posición de en vías de desarrollo para incorporarse a la más confortable de nuevos países industrializados.

Sin embargo, al estallar la crisis de finales de 1973 se olvidó la experiencia de la anterior gran depresión de 1929, cuando las reacciones proteccionistas sirvieron para prolongar su duración y su magnitud y se volvió a incurrir en la adopción de prácticas de este género.

Contradicción grave

En sus declaraciones teóricas, puede decirse que todos los políticos, empresarios y economistas reconocen las ventajas del libre comercio y se pronuncian a su favor. En la práctica, esas ideas se ven reflejadas muy pocas veces y tal contradicción resulta sumamente grave cuan do la economía ha llegado al más alto nivel de internacionalización que se haya registrado desde todos los tiempos. El Círculo de Empresarios, que siempre ha reiterado su demanda de un mayor grado de flexibilización y apertura para la economía española, señalaba en la carta abierta dirigida a los futuros legisladores y gobernantes, una vez convocadas las elecciones del pasado 22 de junio, que ni el contenido ni el ritmo de las medidas liberalizadoras que vienen sucediéndose en los últimos meses son suficientes para que las empresas españolas tengan la movilidad y flexibilidad que necesitan".

La citada carta abierta añadía, sin embargo, que, con frecuencia, surgen demandas de proteccionismo contradictorias con este proceso liberalizador. "La tentación proteccionista, a la que es fácil sucumbir dada la proclividad de gobernantes y gobernados al intervencionismo, debe de ser resistida si la respuesta de nuestra economía al desafío de la internacionalización ha de ser firme y duradera".

Conferencia empresarial

En línea con esa preocupación, el Círculo de Empresarios ha organizado la I Conferencia Internacional de Asociaciones Empresariales Privadas, que se celebrará en Madrid durante los últimos días del próximo mes de octubre, para debatir el tema Proteccionismo y competitividad, en un encuentro que contará con la participación de personas y entidades muy destacadas en la actividad económica mundial.

En unos momentos en los que se acentúa la presencia española en la economía internacional, la conferencia debe de constituir una interesante oportunidad para la adaptación de nuestros comportamientos empresariales, institucionales y políticos a las nuevas circunstancias que vive nuestro país.

es secretario general del Círculo de Empresarios.