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El joven que sufrió el simulacro de fusilamiento estuvo "muy Iúcido" en su declaración, según el juez

Antonio García Lucena, el joven de 19 años que sufrió un simulacro de fusilamiento llevado a cabo por seis agentes de la Policía Municipal de l'Hospitalet (Barcelona), prestó ayer declaración ante el Juzgado de Instrucción número 1 de esa ciudad ratificando todas sus afirmaciones anteriores, recogidas en la investigación iniciada hace unos días por el Ayuntamiento para esclarecer los hechos. Al término de su declaración, el juez afirmó que el joven se había mostrado "muy lúcido".

Durante las más de dos horas que duró su declaración, y a la que asistió por vez primera el representante del ministerio fiscal, que hasta ahora no había intervenido en la instrucción de las diligencias previas al caso, Antonio García reiteró que fue objeto de un falso fusilamiento durante la madrugada del 22 al 23 de junio, tras haber sido detenido por la patrulla formada por los agentes Rafael Tinoco Bollit y Antonio Ontiveros Fernández por haber robado una estufa y unas tenazas para cortar hierro en una fábrica de l'Hospitalet. Según su declaración, fue obligado a ponerse contra una pared, a continuación le amenazaron de muerte y, finalmente, le tiraron un petardo, momento en el que perdió el conocimiento.

El joven, que iba acompañado de sus padres, afirmó que cuando se producía el simulacro se encontraban también presentes los miembros de otras dos patrullas más de la Guardia Urbana, compuestas por los agentes José Linares Palacios, Manuel Somoza Varela, Salvador Baños Gómez y Juan José Molina Giménez.

Persecución policial

En su declaración, Antonio García Lucena denunció también ante el juez, Enrique Molina, la intimidación que sufrieron él y sus padres en la mañana de ayer a cargo de los agentes Tinoco, Ontiveros y Palacios, quienes le estaban esperando en la puerta de su domicilio antes de trasladarse al juzgado. Manifestó el joven que los tres agentes le siguieron con un vehículo durante todo el trayecto entre su casa, situada en el barrio de Bellvitge, y el edificio de los juzgados, ubicado en la calle de Alps.Estas manifestaciones del joven sorprendieron, según él, al abogado de los policías municipales, Joan Maria Xiol Quingles, quien le dijo en presencia del juez: "Tranquilo, que ya no te seguirán más".

A la salida del juzgado, Xiol señaló que las declaraciones efectuadas por el joven, así como las que realizaron los padres, tenían "muchas contradicciones respecto a lo que había declarado [el joven] en el Ayuntamiento". Esta versión fue rechazada por el juez Molina, quien manifestó: "El abogado que diga lo que quiera, pero el joven ha estado muy lúcido en sus palabras". Los seis miembros de la Policía Municipal de I'Hospitalet se encuentran suspendidos de empleo y sueldo mientras se practican las diligencias judiciales.

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Por su parte, Antonio García, padre del joven, manifestó tras su declaración: "Aquí de lo que se trata es de que quien la haya hecho que la pague, pero nunca justos por pecadores".

El próximo lunes también comparecerán ante el juez otros cinco policías municipales que ya habían declarado en las investigaciones iniciadas en su día por el consistorio de l'Hospitalet y que se encontraban de servicio la noche en que sucedieron los hechos.

El abogado de los policías argumentó en defensa de sus clientes que "el muchacho se encuentra en tratamiento psiquiátrico" [se halla en tratamiento médico tras haber iniciado una cura de desintoxicación por su anterior adicción a la heroína]. García Lucena declaró: "Yo no estoy loco, y hoy no he dicho más que la verdad, lo que he dicho siempre que me han preguntado".

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