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Cultura permite que la iglesia de Santo Tomás siga en los bajos del Museo de América

El Ministerio de Cultura, propietario del Museo de América, ha concedido permiso a la parroquia universitaria de Santo Tomás de Aquino para que continúe hasta el 15 de septiembre en los bajos de est edificio. Sin embargo, un decreto del arzobispado la suprimió el pasado 14 de julio. Desde entonces, los integrantes de la comunidad parroquial se turnan para permanecer encerrados en el local como protesta por lo que ellos consideran "supresión de los derechos humanos dentro de la Iglesia". Fue creada en 1953 por Federico Sopeña "como capilla contestataria al régimen franquista".

La parroquia de Santo Tomás de Aquino fue suprimida el pasado 14 de julio por decreto del arzobispado, alegando, entre otros motivos, la reclamación que el Ministerio de Cultura había hecho de los locales que ocupa y que van a ser destinados a almacén del Museo de América. Desde esa fecha permanecen encerrados algunos de los integrantes de la comunidad parroquial para protestar por lo que consideran "supresión de los derechos humanos dentro de la Iglesia".Ahora Cultura no sólo les ha concedido permanecer durante este verano, sino que también ha mostrado la posibilidad de que museo y parroquia compartan los locales. Según una de las personas encerradas, el arzobispado de Madrid "ha reaccionado muy diplomáticamente diciendo que tiene a bien ceder el local al ministerio, aprovechando así para acabar con algo que le resultaba incómodo a la Iglesia".

Los integrantes de la parroquia están dispuestos a continuar con la protesta hasta que el arzobispado dialogue, "pero llevamos tres semanas, así", declara otro de los encerrados, "y todavía ni ha respirado". Apuntan, por otro lado, como salida a su conflicto al Congreso Teológico que se celebrará en Madrid en septiembre. Un grupo de intelectuales -entre los que se encuentran el filósofo Aranguren y el director de la Academia de la Lengua, Laín Entralgo- ha mostrado su apoyo a la parroquia universitaria firmando un comunicado en que se la califica de "comunidad cristiana abierta y sensible a la sociedad".

Contestación al franquismo

"Es un asunto que me produce mucho dolor personal, y prefiero no hablar de él", con estas palabras se refiere Federico Sopeña al cierre de la parroquia. "La creé en 1953 como capilla universitaria agregada a la parroquia del Buen Suceso, con un marcado carácter contestatario al régimen franquista, y con la pretensión de que fuera independiente. Tuvimos muchos problemas para conseguirlo y en 1970 me marché. De lo que ha pasado después no sé nada".La parroquia, erigida en 1970, nunca estuvo dentro de las tradicionales coordenadas de la jerarquía de la Iglesia. "Cristianismo comunitario", "diálogo de la fe con la cultura de su tiempo" son dos breves explicaciones de lo que ha sido la parroquia expresadas por los integrantes de esta comunidad. "Como experimento", así la bautizó el cardenal Tarancón en 1979, cuando se llegó a un acuerdo para proponer los equipos sacerdotales y seguir una línea de corresponsabilidad eclesiástica, o intento de que los laicos asuman responsabilidades tradicionalmente reservadas a los curas. La parroquia siempre mostró especial interés por el marxismo y el existencialismo, y más concretamente por la teología de la liberación.

"En nuestro ánimo siempre ha estado debatir los problemas sociales y culturales de nuestro tiempo desde una perspectiva universitaria", afirma la Asam blea de la comunidad parroquial que es el órgano de gobierno junto con el Consejo Pastoral, de acuerdo con una forma de enten der la estructura de la Iglesia que no se apoye en los sacerdotes.

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"Se quiere acabar sin diálogo previo con una experiencia de 30 años". Y cuando cuentan la historia de la experiencia, son inevitables algunos nombres: Jesús Aguirre, duque de Alba, que tuvo mucho que ver y hacer en los primeros años de la parroquia; Joaquín Ruiz-Giménez, que siendo ministro de Cultura concedió los bajos del museo para su asentamiento; Laín Entralgo, rector de la universidad Complutense por entonces; Erich Fromm, Leonardo Boff, Jon Sobrino, Moltmann, que estuvieron en algunos de los cursos organizados por la parroquia.

El decreto del arzobispo, Ángel Suquía, ordenando su supresión por no haber alcanzado su territorio los 10.000 habitantes y por no haber estado presente en el rriundo universitario fue definida por la comunidad como "una forma constantiniana de entender la Iglesia, en perjuicio de la credibilidad del cristianismo".

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