El ex alcalde de El Aiún se encuentra en Marruecos
El Frente Polisario ha reconocido que el ex alcalde de El Aiún Abdelmati Breike se pasó recientemente desde los campos de refugiados de Tinduf (sur de Argelia) a territorio marroquí, donde se ha instalado, si bien aseguró que la operación fue montada por "los servicios secretos de Marruecos" y se trató de un secuestro. Sin embargo, Breike, que estuvo al frente de la municipalidad de El Aiún durante la colonización española, fue visto poco después circulando por Rabat libremente.
Mansur Umar, ministro de Asuntos Exteriores de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), explicó a este periódico en Addis Abeba, adonde viajó la pasada semana con motivo de la cumbre de la Organización para la Unidad Africana (OUA), que Breike fue autorizado a desplazarse a Mauritania porque le reclamaba su familia y porque tenía allí a un hermano en delicado estado de salud. Tras indicar que se trata de un hombre que padece "una determinada enfermedad mental", precisó que fue allí, en Mauritania, "donde le secuestraron" los marroquíes.Semanas atrás, el ministro marroquí para los Asuntos Saharianos, el saharaui Jali Hena Uld Rachid declaró a este periódico que se estaban produciendo fugas de los campos de refugiados de Tinduf hacia Marruecos, vía Mauritania, y que tras el acuerdo de Uxda entre Rabat y Trípoli, que ha supuesto la ruptura de la colaboración militar y económica de Libia con los saharauis, la gente estaba empezando a pasar hambre y el Polisario comenzaba a tener problemas no sólo con el muro defensivo marroquí, sino con el abastecimiento de armas.
Umar, tras calificar al ministro marroquí de traidor (Uld Rachid fue el dirigente del Partido de Unión Nacional Saharaui, de inspiración española, que en 1975 se pasó a Marruecos con la tesorería del grupo), aseguró que estas revelaciones "carecen de fundamento" y negó que se estuviera produciendo una fuga de refugiados de un lado a otro. No obstante, reconoció que algunos prisioneros saharauis, "al comprobar la suerte que han corrido sus antecesores en Marruecos" -según sus palabras, "la muerte y el asesinato"-, se ven obligados a "colaborar y a fingir cuando son mostrados a los medios de comunicación, porque están rodeados de policías y sometidos a chantaje".
En cuanto a Libia, país que, pese al acuerdo de Uxda, siguió, como cuestión simbólica, sufragando en estos dos últimos años viajes de delegaciones enteras del Polisario a Europa y América Latina, Mansur Umar precisó: "Hassan II ha sobrestimado el apoyo libio a la RASD. Nos ha afectado mínimamente, pero por otra parte hemos ganado mucho. De Uxda acá hemos alcanzado grandes victorias diplomáticas y hoy día somos miembros de pleno derecho de la OUA".
El dirigente saharaui calificó el sistema defensivo de Marruecos en el Sáhara -lo que determinados agregados militares extranjeros acreditados en Rabat consideran "un golpe para la maniobrabilidad del Polisario"- "como el muro de la vergüenza", porque "tienen a todo un ejército de 80.000 hombres prisionero en una línea de trincheras, en una situación poco confortable para quien conoce la guerra". Y añadió: "El Ejército marroquí está en una situación de espera diaria de la muerte y no sale de esa muralla. Nosotros hemos respondido con otra muralla, en este caso humana y móvil, al otro lado del muro, que ataca en el momento y en las horas que quiere. Actualmente el Ejército de Marruecos, a lo largo del muro, no duerme durante la noche y trata de alternarse para dormir durante el día. Y durante el día nosotros bombardeamos. Lo nuestro ahora es una táctica de desgaste".
Advertido Uma por este corresponsal de que las directivas de Hassan II a su Ejército en el Sáhara son "no atacar, sino repeler", y que la creación del muro, aparte de impedir que el Polisario se adentre en territorio saharaui, demuestra que la guerrilla saharaui actúa forzosamente desde Argelia o Mauritania, manifestó: "No, porque Marruecos sólo ocupa una parte del Sáhara".
Preguntado si existe alguna diferencia entre la Argelia del coronel Huari Bumedian, que les apoyó económicamente, y la Argelia del presidente Chadli Benyedid, qué les mantiene el apoyo moral y político, pero no el económico, explicó: "Para nosotros Argelia es una. La Argelia de hoy es la Argelia que conocimos en 1975; pueden cambiar los hombres, pero las posiciones, jamás".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.