Un enfermo del psiquiátrico de Leganés, supuesto autor de la muerte de otro interno

, Antonio Cuiñas Vittazón, de 56 años, oligofrénico internado en el hospital psiquiátrico de la localidad de Leganés, resultó muerto el pasado martes como consecuencia del trauma que le sobrevino cuando era golpeado por Jesús García López, un psicótico de 30 años internado en el mismo centro. El supuesto homicida permanece ingresado en el centro a disposición judicial, según manifestó el director del psiquiátrico, Manuel Desviat. El único testigo del suceso fue otro paciente, que ayer prestó declaración en el juzgado.

Los hechos se produjeron alrededor de las tres de la tarde en uno de los servicios del departamento para enfermos crónicos. La víctima estaba tirada en el suelo y otro paciente, que se encontraba en un estado calificado por los médicos como de delirio, se abalanzó sobre él y comenzó a golpearle en la cara con las manos. Otro interno, que presenció la agresión, acudió a pedir ayuda. Cuando llegaron los auxiliares lo encontraron con la cara ensangrentada y con un fuerte golpe en la cara. El médico que le atendió sólo pudo certificar su muerte.Del resultado de la autopsia del cadáver se desprende que falleció de un choque traumático que le sobrevino al sufrir una fuerte impresión. Las lesiones que la víctima tenía en la cara como consecuencia de la agresión de que fue objeto no le ocasionaron la muerte.

El director del hospital aseguró ayer que todo sucedió de forma muy rápida. "Los auxiliares acudieron inmediatamente a

prestar ayuda al herido". El supuesto agresor se encontraba controlado médicamente a base de fármacos y en otras ocasiones había protagonizado hechos violentos. Un empleado del centro precisó que otras personas habían sido agredidas por este paciente y que se les habían dado instrucciones para que no le volvieran la espalda. El supuesto homicida ha pasado 17 años ingresado en diferentes psiquiátricos y sufre una esquizofrenia.

Un débil mental

Antonio Cuiñas sufría una oligofrenia provocada por una meningitis que adquirió cuando contaba 13 meses. Prácticamente no hablaba y no podía controlar sus necesidades. Era una persona extremadamente delgada y padecía hipotensión y anemia.

Se encontraba en el psiquiátrico de Leganés desde el año 1965 y había pasado toda su vida internado en distintos centros. Los médicos lo calificaron como un débil mental.

El director del centro enjuició el hecho como "un suceso imprevisible, fruto de un acto irreflexivo de un enfermo que está sometido a cuidados especiales porque se encuentra muy mal".

En el hospital psiquiátrico de Leganés se encuentran internadas 227 personas, repartidas en dos unidades, una para enfermos crónicos y otra de agudos, que cuenta con 30 camas.

El centro se construyó en 1854 y sus instalaciones están muy deterioradas. El edificio se cerrará próximamente y los pacientes serán trasladados a otros lugares.

El antiguo manicomio está ubicado junto a lo que se denomina el circuito de salud mental de los pueblos de la zona sur de Madrid, que cuenta con un ambulatorio, un centro de día, diversos talleres ocupacionales y un centro de salud mental.

"Los enfermos más agudos que ahora se encuentran internados en el centro permanecerán en una unidad de 50 camas; los que pueden ser rehabilitados se trasladarán a pisos protegidos, donde podrán seguir con el tratamiento bajo vigilancia médica, y otros irán a residencias de ancianos, puesto que tienen más de 60 años y lo único que necesitan es que se les cuide", explicó el director.