"Estamos todos revolucionados" afirma la familia del marino

María Teresa Ruiz de Gordejuela, la mujer del capitán José Luis Peciña, telefoneó a Bilbao a primera hora de la mañana, desde el hotel nigeriano donde reside temporalmente desde hace dos años, para comunicar a su familia las últimas noticias dadas popr la televisión nigeriana: la sentencia contra el capitán José Luis Peciña, sobre el que pesaba una condena de 25 años de cárcel, había sido declarada nula.María del Mar, de 23 años, tercera hija del capitán del Izarra, escuchó la voz de su madre, que le explicaba la noticia de la inminente liberación de su padre. Una hora más tarde, Rafael Pastor Ridruejo, director general de Asuntos Consulares y el hombre clave de las negociaciones con el Gobierno nigeriano, confirmaba la noticia. La llegada de Peciña a España era cuestión de horas.

"Al principio, no nos lo podíamos creer; luego, poco a poco, hemos comenzado a hacernos a la idea y ahora estamos como locos", explica María del Mar. Su hermano Koldo, de 10 años, que hace dos que no ve a su padre, preguntó emocionado: "A qué hora llegan aita y ama".

"Estamos que no nos lo podemos creer; toda la familia está revolucionada", añadió María del Mar. Peciña tiene tres hijas entre 26 y 23 años y al pequeño KoIdo. Dos de ellas acompañaron a su madre cuando ésta se desplazó a Madrid para solicitar la intervención del Rey.

Don Juan Carlos envió al teniente general Díez Alegría como emisario para solicitar la conmutación de la pena de muerte, que fue, en un principio, la condena impuesta al capitán Peciña. Tras estas gestiones y las del presidente del Gobierno, la pena capital fue reducida a 25 años de cárcel.

"En estos momentos se olvidan un poco los malos tragos que hemos pasado desde que papá fue condenado a muerte", comenta Mari Mar. La hija mayor del capitán, Teresa, de 26 años, reside temporalmente en Nigeria, al igual que su madre, para aprovechar las visitas semanales a la prisión de Port Harcourt que el Gobierno nigeriano les permitió realizar durante los dos años y un mes que su marido estuvo recluido.

Por su parte, José María López Tapia, el armador del buque que capitaneaba Peciña cuando fue condenado por contrabando de gasóleo, aseguró a la egencia Efe que las noticias sobre la inrninente liberación del capitán del Izarra me alegran muchisímo". López Tapia agregó que "es una buena noticia", aunque aseguró que, cuando Pecifia regrese, continuará con la demanda contra el Gobierno de Nigeria "por daños y perjuicios". El armador exige una cantidad de siete millones de dólares, que servirá, según sus palabras, para pagar a los marineros y reponer dentro de lo que cabe el daño causado al capitán Peciña.