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El sexo es dañino, concluye un informe oficial en EE UU

Francisco G. Basterra

La revolución conservadora ha lanzado una cruzada nacional contra la obscenidad con la publicación de un polémico informe sobre la pornografía, encargado por el Ministerio de Justicia, que ha sido inmediatamente denunciado por los defensores de los derechos civiles como "un primer paso hacia la censura" en Estados Unidos. El informe -2.000 páginas que en ocasiones son sexualmente muy explícitas y hasta pornográficas- estimula a la vigilancia ciudadana, a la creación de piquetes y a la actuación de ligas de la decencia, grupos religiosos y comités cívicos para que se tomen la justicia por su mano, presenten querellas, presionen a las autoridades locales e impidan la venta de lo que consideran material pornográfico. El estudio de la comisión concluye diciendo que todo tipo material que haga una descripción explícita del sexo es dañino para la sociedad.

El informe -elaborado por una comisión de 11 miembros, formada a instancia de¡ ministro de Justicia, Edwin Meese, el principal cruzado de la causa conservadora en la Administración de Ronald Reagan- afirma que algunos tipos de pornografía tienen una relación directa causal con la violencia sexual. Un informe similar realizado en 1970 por encargo de Richard Nixon no pudo demostrar científicamente esta relación, que el actual estu dio basa en "el sentido común y en consideraciones éticas y morales", pero no en pruebas científicas. Dos miembros de la comisión disintieron de esta conclusión, que consideran inaceptable.El ministro de Justicia, que presentó el informe frente a un par de estatuas griegas semides nudas, a las que se negó a calificar de pornográficas a preguntas de un periodista, garantizó que el documento no supone la introducción de la censura y no viola el derecho a la libre expresión consagrado por la enmienda número 1 de la Constitución. Los grupos ultraconservadores y fundamentalistas han aplaudido el informe como "un paso importante en la defensa de la decencia y la santidad de la familia". "Es un documento sano, y en América, a nivel popular, hay un rechazo de esa basura llamada pornografía", ha declarado el líder de la llamada mayoría moral, -el reverendo Jerry Falweil.

Leyes más duras

El informe recomienda leyes más duras contra la pornografía; pide más recursos para perseguirla y sentencias de cárcel más largas, sobre todo en los casos de pornografía infantil; solicita que la segunda ofensa contra estas leyes sea considerada un delito, en vez de una falta, y se castigue con un año de cárcel. También recomienda reforzar los controles de los programas de televisión por cable, de las tiendas sólo para adultos y de las líneas de teléfono pornográficas. La comisión -presidida por el fiscal Henry Hudson, famoso por haber dirigido una campaña contra los sex-shops en Virginia y que declaró: "Vivo para meter a la gente en la cárcel"- define la pornografía como material "sexualmente explícito y cuyo objetivo es la excitación sexual".

Aunque sólo se trata de una comisión consultiva que formula recomendaciones, su impacto puede ser importante al nivel de la América profunda, que ya cuenta con un instrumento para proseguir su cruzada en pro de la moralidad pública. Servirá también para que los fiscales locales apliquen con mayor severidad las actuales leyes contra la obscenidad (entre 1978 y 1986, sólo 71 personas fueron condenadas por delitos de este tipo). Antes incluso de su publicación, una carta intimidatoria de la comisión a importantes cadenas nacionales de supermercados, acusándoles de distribuir pornografía, hizo que 10.000 establecimientos retiraran de sus estantes las revistas Playboy y Penthouse. Un juez federal calificó la semana pasada de inconstitucional este esfuerzo por identificar y amenazar la distribución de estas publicaciones. El hijo del presidente, Ron Reagan, trabaja para Playboy y su hija Patti ha escrito un libro con escenas de alcoba que podrían considerarse como pornográficas por el informe.

Visiones de la Alemania nazi

La presidenta de la compañía editora de Playboy, Christie Heffner, dijo ayer que las recomendaciones de la comisión "conjuran visiones de la Alemania nazi, no de Estados Unidos". Sin embargo, Linda Lovelace, la protagonista de la película Deep throat (Garganta profunda), aplaudió el trabajo diciendo que había sido la "víctima, no la estrella" del filme. Un portavoz de la American Civil Union Libertie (organización defensora de los derechos civiles) calificó el informe de "fraude al consumidor pagado con el dinero del contribuyente" y explicó que la mayoría de sus autores "estaría feliz no sólo de decirle a los norteamericanos qué pueden tener en sus bibliotecas, sino también cómo pueden comportarse en la cama".

Entre los miembros de la comisión hay tres mujeres, un fraile franciscano que ha condenado a una sexóloga famosa por defender el orgasmo en el sexo premarital y un locutor religioso autor de un libro titulado Atreverse a disciplinar, que defiende el castigo corporal para los niños. Los miembros de la comisión escucharon durante un año el testimonio de 208 personas; entre ellas, 68 policías, 30 víctimas de la pornografía y prostitutas, así como representantes de organizaciones antipornográficas. Vieron sesiones de diapositivas en las que en un caso se veía a un hombre abusando de una gallina. En una de las discusiones de trabajo, uno de los miembros del grupo preguntó si "es legal el sexo con un cadáver si está casado con él".

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