Israel ve allanado el camino para negociar directamente sobre los territorios ocupados

"Ya es hora de que los palestinos dejemos de buscar intermediarios con la esperanza de facilitar una negociación con Israel. Debemos hacerlo nosotros mismos", declaró a este diario Hanna Siniora, director del diario pro OLP (Organización para la Liberación de Palestina) El Fajr, después de que el rey Hussein de Jordania decidiera cerrar, el pasado martes 25, las oficinas de Al Fatah en Amman y expulsar a Abu Jihad, el jefe adjunto de las fuerzas armadas palestinas y número dos de dicha organización, que encabeza Yasir Arafat. Todos los dirigentes israelíes han manifestado su satisfacción por la decisión jordana.

Siniora es una de las siete personalidades palestinas del agrado, a la vez, del líder palestino Arafat, del rey Hussein y del primer ministro israelí Simón Peres, y que fue seleccionada para integrar la delegación conjunta jordano-palestina que debía entablar negociaciones con Israel.A la pregunta de si el acuerdo jordario-palestino del 11 de febrero de 1985 está muerto, Siniora responde: "El rey [Hussein] parece decidido a asesinarlo. En todo caso, no será Arafat el primero en anular el acuerdo". Y agrega: "Si el rey considera que las nuevas medidas contra Arafat le permitirán aumentar su influencia en los territorios ocupados y suplantar a la OLP, se hace ilusiones. No me sorprendería. que se desencadenara una serie de manifestaciones antijordanas y pro Arafat en Cisjordania, más importantes que las que se desarrollaron en marzo de 1986, tras el discurso del rey contra Arafat".

¿Cómo ve unas negociaciones directas cuando todos los dirigentes israelíes rechazan categóricamente todo contacto directo o indirecto con la OLP? "Ello no será fácil, ya lo sé, pero tiene que convertirse en nuestra línea de conducta, en nuestra principal estrategia. Tenemos que convencer a los israelíes de que la paz, a la que tanto aspiran, no puede hacerse a costa del pueblo palestino, y no se podrá lograr mientras sus dirigentes persistan en eludir a la OLP. Contamos con Egipto -que firmó la paz con el Estado de Israel- para que nos ayude a lograr- este objetivo."

Operación de limpieza

La acción jordana contra Al Fatah en Amman coincide, curiosamente, con la operación de limpieza comenzada por los sirios en Beirut oeste. El despliegue de dos batallones de comandos sirios tiene como fin el restablecimiento de la paz y el orden, pero también está dirigido contra Arafat. Los hombres de Al Fatah que defienden los campos de refugiados palestinos de Sabra y Chatila -entre otros- en las proximidades de Beirut oeste de los continuos ataques de las fuerzas de Amal de Nabih Berri, se hallan ahora atrapados en un fuego cruzado y deben luchar en dos frentes: contra los sirios y contra los shiíes.Israel ve con inquietud la vuelta en masa a Líbano de palestinos armados. Su número, que se hallaba reducido a menos de 2.000 tras la evacuación de Beirut y luego de Trípoli, supera ahora los 8.000 combatientes. En Beirut, Al Fatah colabora con los suníes contra los shiíes de Amal. En el sur de Líbano, los dirigentes locales de Fatah han logrado una alianza táctica con los shiíes fanáticos del grupo Hezbollah y luchan juntos contra las fuerzas de Amal y las milicias cristianas del general Lahed que defienden la zona de seguridad establecida por Israel para evitar infiltraciones palestinas.

Por otra parte, en el valle de la Bekaa las tropas sirias se han distanciado de los miembros de Hezbollah, cuyos excesos comienzan a perjudicarles. La doble ofensiva siria contras los hezbollahis y Al Fatah en el sur de Líbano y contra los hombres de Arafat en el Norte, en la zona de Beirut, cuenta, por tanto, con el tácito apoyo de los dirigentes israelíes, ya que esta acción favorece también a Israel.