Los subinspectores fiscales critican el plan especial del IVA

Los subinspectores fiscales han calificado de "chapuza" el plan especial de control del IVA puesto en marcha por la Administración tributaria. Con estas afirmaciones salen al paso de la "satisfacción" mostrada por Hacienda en cuanto al grado de cumplimiento de empresarios y profesionales en la gestión e ingreso de los pagos del impuesto sobre el valor añadido.

Los subinspectores han realizado tres días de paro legal y una pretendida huelga de celo contra el plan especial de inspección del IVA puesto en marcha por la Administración, como medida de presión para solucionar el conflicto de retribuciones que mantienen con las autoridades de Hacienda.Los responsables del ministerio han afirmado repetidamente que la huelga de celo no se ha reflejado en manera alguna en los partes de la actividad semanal de estos funcionarios.

La comisión gestora de la Asociación de Subinspectores de Tributos ha remitido un escrito en el que manifiestan que el plan de inspección "tan sólo ha servido para dar mayores incumbencias a los contribuyentes, sin obtener ningún fruto ni para ellos en cuanto a la información que se les haya proporcionado ni para el Tesoro público en cuanto a los ingresos que se hayan realizado como consecuencia de las actas levantadas".

Según sus propias manifestaciones, el peso de la campaña de inspección del IVA ha recaído en una proporción de tres a uno en el cuerpo de subinspectores. Sin embargo, para las tareas de inspección ha faltado "una mínima realidad o certeza en la base de datos con la que se ha elaborado el plan". Como ejemplo, citan que el censo de abogados incluye los ya jubilados y quienes no ejercen esta profesión libre. También señalan errores para la localización geográfica de los contribuyentes a controlar, en un porcentaje que cuantifican en un 30%.

"Como siempre", señalan los subinspectores, "sacrificamos la calidad a la cantidad, se nos utiliza en campañas masivas y demagógicas a mayor gloria ministerial". En este sentido, argumentan que las instrucciones del ministerio eran de no investigar "sobre la existencia de fraude no contabilizado, que requeriría una actuación profunda que no se pretende conseguir con este plan". El rosario de críticas se cierra con "una pincelada más entre tanta chapuza nacional". "Un año después de la reforma de la ley general Tributaria", señala el escrito, "aún no saben los órganos competentes qué procedimiento emplear para imponer las durísimas sanciones por infracción simple previstas en la ley 10/ 1985". "Es decir", explican, "que para qué sirve, por ejemplo, el que a cualquier bar de cualquier punto de España se le pueda sancionar por cada café o coñá que sirva sin expedir ticket si luego no se sabe qué papeleo realizar para hacer efectiva dicha sanción".