Críticas de concejales y sindicalistas por el ceremonial dado al policía muerto en un atraco

El acto oficial realizado ayer en el Ayuntamiento de Madrid en reconocimiento al policía municipal Agustín Ruiz, muerto en un asalto a la sucursal del Banco Hispano Americano de la calle del Duque de Alba, sorprendió por su magnificencia a parte de la corporación y a distintos sectores sindicales: tres medallas, banderas a media asta, crespones negros sobre colgaduras bordadas, una sección de la Policía Municipal formada en la calle y una guardia de honor de cuatro cuerpos diferentes en el Patio de Cristales, donde se colocó el féretro.

Minutos antes de que Juan Barranco, llegado anticipadamente desde Roma, impusiera la Medalla de Oro de Madrid al agente Agustín Ruiz, la plaza de la Villa y las calles de Sacramento y Mayor se encontraban flanqueadas por vehículos de las policías municipales de diversas localidades de la provincia, y por motos y otros vehículos de la policía de Madrid.Una sección de la Policía Municipal esperaba a pleno sol en la plaza de la Villa -cerrada con vallas metálicas- el traslado del fallecido, que, instalado en el Patio de Cristales, estaba rodeado por familiares, concejales, policías de todos los cuerpos, periodistas y algún que otro curioso.

Pasadas las 15.30, el alcalde acudió al Patio de Cristales y comenzó el acto oficial en el que el secretario del Ayuntamiento leyó los decretos por los que el alcalde otorga a Agustín Ruiz la Medalla de Oro de Madrid y se le promueve al empleo de cabo; el delegado del Gobierno en Madrid, José María Rodríguez Colorado, le impuso la Cruz al Mérito Policial con distintivo rojo, y Emilio García Horcajo, responsable del área de Seguridad, le colocó la medalla del cuerpo.

El féretro estaba rodeado por dos guardias civiles, dos policías nacionales, dos municipales en traje de gala, otros dos en uniforme de servicio, y dos bomberos. Varios centenares de personas habían pasado desde las nueve de la mañana por la capilla ardiente.

A la salida del féretro, la Policía Municipal cerró al tráfico la calle Mayor. De los balcones de Ayuntamiento pendían colgaduras con crespones negros y las banderas estaban a media asta.

Concejales de distintos partidos, incluso del gobernante, comentaban en privado la sorpresa que les había producido el despliegue municipal para la ocasión. Un representante de Comisiones Obreras de banca se mostró preocupado por lo que considera una "actitud desproporcionada por parte del Ayuntamiento, pues magnificar así este acto es impulsar a que otras personas adopten posturas similares, con el grave peligro que eso encierra, no sólo para ellos sino para todos".

José María de la Riva, portavoz del gabinete de gobierno y amigo del fallecido, afirmó que las honras fúnebres eran similares a las que se realizaron en junio de 1981 cuando murió en un atraco el policía Carlos Hernández. Se celebró una misa córpore insepulto en el Patio de Cristales, el alcalde Enrique Tierno le impuso la Medalla de Plata de Madrid y el gobernador Mariano Nicolás la Medalla de Plata al Mérito Policial. Según De la Riva, se quiso dar un tratamiento similar al bombero muerto el pasado 8 de mayo en el incendio ocurrido en el Ministerio de Economía y Hacienda, pero la familia prefirió poner la capilla ardiente en el parque de bomberos del Pilar, donde estaba destacado.