Expulsadas de Polonia dos manifestantes españolas
Las españolas Soledad Palau, de 20 años, y Encarnación Rodríguez, de 22, fueron expulsadas ayer de Polonia. Ambas fueron detenidas el lunes por manifestarse ante la sede del 10º Congreso del partido comunista polaco (POUP) cuando se disponía a intervenir ante el pleno el máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov. Hoy abandonarán el país.
Las dos jóvenes pasaron 24 horas detenidas, antes de ser presentadas ante un tribunal de faltas y condenadas a una multa de 50.000 zlotys o 50 días de prisión. La Embajada de España en Varsovia depositó el dinero en el juzgado.Las dos españolas, miembros del Movimiento de Objetores de Conciencia de España y residentes en Madrid, fueron detenidas junto a otros seis manifestantes: tres italianos miembros del Partido Radical, dos belgas y un francés.
A las 10.30 del lunes, el grupo se encadenó ante el palacio de la Cultura de Varsovia, donde se celebra el congreso, y, tras desplegar una pancarta, repartieron octavillas entre los transeúntes. Tal como manifestó ayer ante el tribunal un teniente de la milicia que acudió como testigo de cargo, en tomo al grupo de manifestantes se había formado una aglomeración de cerca de 350 personas, "por lo que se hizo necesario intervenir".
Entre los ocho detenidos se encontraba el diputado radical italiano Franco Corleone. Según declaró Encarnación Rodriguez a EL PAÍS cuando se hallaba detenida por la policía, en una sala del juzgado a la espera de comparecer al juicio, los detenidos pasaron la noche separados, en diferentes comisarías de la capital polaca y fueron tratados con corrección, si bien manifestó que las condiciones de detención fueron lamentables.
Ambas jóvenes declararon ante el juez que, si bien reconocían haber participado en los hechos, no se declaraban culpables de ningún delito,ya que todo el mundo debe tener derecho a expresar su opinión en pancartas. "Quiero declarar que mi actividad es un derecho de toda persona que no debe ser penalizado ni en el Este ni en el Oeste", señaló Soledad Palau.
Los manifestantes había llegado a Varsovia por separado y no entraron en contacto con ningún ciudadano polaco, para no comprometer a nadie. La pancarta y las octavillas fueron elaboradas en el hotel de la capital en el que se alojaron a su llegada, el pasado viernes. Soledad Palau se quejó ante el juez de las "condiciones infrahumanas" de la celda donde pasó la noche. El acusador, oficial de la milicia, dijo que los extranjeros, abusando de la hospitalidad polaca, violaron las leyes del país en una "acción inspirada por centros enemigos en Occidente". Según este oficial, los acusados operaron según un código de actuación que ha elaborado la emisora norteamericana Radio Europa Libre.
El fiscal pidió tres meses de prisión para cada acusado. Todas las embajadas de los países que contaban con ciudadanos en el grupo intentaron infructuosamente ponerse en contacto con éstos el lunes. La española aún no lo había logrado ayer.
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