Yuri Lykov,

de 50 años, director de una empresa de la Unión Soviética que se dedica al comercio exterior, ha sido condenado por un tribunal a 15 años de cárcel por haber aceptado sobornos de diversas firmas extranjeras, sobre todo japonesas y germanooccidentales. Entre los sobornos que ha recibido el director de la empresa figuran, además de dinero, un magnetófono y un cáliz. Aunque la petición fiscal era de pena de muerte, el tribunal tuvo en cuenta el historial y la fama de buen gestor económico que había cosechado Yuri Lykov, y accedió a rebajar sensiblemente la pena, según informó el periódico de la URSS Sovietskaia Kultura.