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CIENCIA

La Agencia Espacial Europea decide construir el transbordador propuesto por Francia

Soledad Gallego-Díaz

La Agencia Espacial Europea (ESA) dio ayer por primera vez el visto bueno al proyecto Hermes para la construcción de un avión o transbordador espacial. U resolución aprobada no compromete todavía la participación financiera y técnica de los Estados miembros de la agencia, entre los que se encuentra España, pero constituye un paso jurídico importante, puesto que atribuye al proyecto un carácter europeo. La República Federal de Alemania (RFA) y el Reino Unido, que se habían mostrado hasta ahora reacios al proyecto, de origen francés, han aceptado realizar antes de julio de 1987 los estudios preliminares sobre su posible participación real.

El acuerdo del consejo de la ESA supone un balón de oxígeno para las empresas francesas aeroespaciales y para Dassault, responsables, respectivamente, del primer borrador industrial y de los aspectos aeronáuticos del Hermes. El director general del Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) visitó recientemente a las autoridades políticas e industriales de varios países europeos para explicarles el alcance del proyecto y solicitar su apoyo.Los franceses han concebido el Hermes como el tercer elemento a combinar con la estación espacial Columbus y el cohete lanzador Ariane V. El avión orbital permitiría trasladar a la Columbus tripulaciones europeas, así como material científico o industrial, sin necesidad de aguardar a tener sitio en los transbordadores norteamericanos.

Dudas

El accidente del Challenger, que costó la vida a siete astronautas estadounidenses el pasado me de enero, levantó algunas duda sobre el futuro del Hermes, pero los responsables del CNES se apresuraron a afirmar que no hay razones para retrasar el calendario previsto, según el cual el avión espacial europeo deberá realizar su primer vuelo en 1995."Tendremos en, cuenta las conclusiones a que llegue la NASA sobre las causas del accidente e incorporaremos todas las medidas de seguridad que sean necesarias, pero las características técnicas son distintas", precisó el director de Aerospatiale, empresa que será la principal contratista del proyecto.

El Hermes, que será puesto en órbita por una nueva generación de cohetes Ariane, será probablemente la mitad de grande que los transbordadores norteamericanos. Las primeras maquetas le atribuyen dimensiones parecidas a las del avión de combate Mirage 2000, es decir, 16 metros de largo por 10 de envergadura.

El avión espacial podría transportar de dos a seis tripulantes y una carga útil de 4,5 toneladas. Una de las diferencias fundamentales con los modelos norteamericanos es que no pondría satélites directamente en órbita, aunque sí estaría equipado para repararlos en el espacio.

'Taxi' del espacio

"El Hermes no será un camión, sino el taxi del espacio", aseguran los técnicos de Aerospatiale. Un taxi con una bajada de bandera más barata que la de Estados Unidos: unos 80 millones de dólares (11.200 millones de pesetas) por vuelo. En principio se prevén dos operaciones al año.El coste del proyecto completo es mucho más elevado. La fase actual, de estudios preliminares, supone sólo unos 330 millones de francos (6.600 millones de pesetas), pero el desarrollo y construcción real del Hermes necesitará más de 18.500 millones de francos (370.000 millones de pesetas).

De ahí la importancia que tiene el que países como la RFA participen en la financiación. Los primeros desembolsos fuertes deberán realizarse a partir del año próximo, si se quiere respetar el calendario previsto. En total se calcula que para 1989 deberán estar trabajando en el proyecto más de 4.000 personas en toda Europa occidental.

El último fracaso del Ariane, que tuvo que ser destruido en vuelo junto con los dos satélites que transportaba, ha enfriado algo los ánimos.

El consejo de la ESA escuchó ayer un informe verbal sobre las causas del accidente, pero el análisis detallado de lo ocurrido no será hecho público hasta el próximo 7 de julio, en una conferencia de prensa oficial.

En 1987

El cohete europeo Ariane no será lanzado nuevamente hasta principios de 1987, aseguró ayer el presidente de Arianespace, Frederic d'Allest, en una entrevista publicada en el diario Les Échos. D'Allest, al comentar las causas del último accidente, señaló: "Nos damos cuenta de que no tenemos perfecto control del motor criogénico de la tercera etapa, aunque tenemos un cohete que está bien desarrollado en todos los demás aspectos".El presidente de Arianespace añadió: "Estamos seguros de que podremos resolver el problema". También reconoció que aunque consideraba que el cohete Ariane había superado totalmente la fase de prototipo el año pasado, los dos últimos fallos muestran que todavía hay mucho trabajo que hacer en los próximos dos años.

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