La amnistía al jefe del Mossad amenaza con provocar una crisis de Gobierno en Israel

La decisión del presidente de Israel, Halm Herzog, de otorgar una amnistía preventiva al jefe del Shin Beth (servicio secreto de Israel, más conocido como Mossad), Abrabam Shalom, amenaza con provocar una crisis de Gobierno y anticipar las elecciones. Shalom y varios de sus más inmediatos colaboradores dimitieron tras haber sido implicados en la muerte a culatazos, de dos presuntos terroristas palestinos en abril de 1984 y ser acusados de realizar falso testimonio en las investigaciones posteriores.

Numerosas personalidades se han dirigido al Tribunal Supremo para demandar judicialmente al consejero jurídico del Gobierno y del ministro de Justicia, al jefe de la policía y al mismo presidente Herzog. "Pedimos al Tribunal Supremo que enmiende esta mofa de la justicia", declaró un abogado israelí que se sumó a las protestas. Es la primera vez en la historia de Israel que el jefe del Estado es demandado ante un tribunal.Además, la mayor parte de los ministros laboristas considera que la dimisión y amnistía preventiva otorgada al jefe del Shin Beth no significa que no deba ser investigada también, por una comisión judicial, la presunta responsabilidad del primer ministro de la época en, que ocurrió el hecho, el actual viceprimer ministro Isaac Shamir, y del ministro Abraham Shalom, responsable directo de los servicios de seguridad.

Dos ministros ya han incluido esta petición en la orden del día de la próxima reunión del Gobierno, que se celebrará el domingo. El primer ministro, Simón Peres, no se opone a ella. En un discurso pronunciado ayer ante los oficiales de la policía, dijo que se negó a que fueran investigadas las actividades del jefe del Shin Beth, "para no comprometer la seguridad nacional". Sin embargo, agregó el primer ministro, "no me opongo a que las responsabilidades eventuales, a. nivel ministerial, sean sometidas a un examen riguroso y profundo por una comisión de investigación judicial".

Las declaraciones, de: Peres han sido calificadas por el Likud, cuyo líder es Isaac Shamir, de "bajas maniobras políticas con el objeto de entorpecer la rotación de octubre". En octubre, Peres debe dejar el cargo de primer ministro a Shamir, según un pacto entre las dos, formaciones mayoritarios.

Los miembros del Iikud en el Gobierno han hecho saber que se opondrán a la creación de la comisión, con el apoyo de los partidos religiosos, y que, en caso de prosperar la, proposición laborista, renunciarán y forzarán elecciones anticipadas. "Que el pueblo decida cuál de los dos partidos tiene verdaderamente en cuenta el interés y la seguridad nacional", han dicho los responsables del Likud.

Desde el punto de vista estrictamente jurídico, la decisión de amnistiar a, Shalom sin siquiera haber comenzado su proceso ha sido también duramente criticada. "Ha sido un día negro para el reino de la ley en Israel", dijo el ex ministro de justicia Haim Tzadok.

El caso ya costó el cargo al fiscal general del Estado, Isaac Zamir, quien fue presionado para que dimitiera después de que tratara de llevar hasta el fin la investigación. El escándalo estalló cuando tres agentes de los servicios secretos declararon que dos palestinos capturados vivos cuanto asaltaron un autobús en una carretera israelí fueron muertos a culatazos durante los interrogatorios.