Millares de melillenses se manifiestan para la sustitución del delegado del Gobierno
Millares de melillenses solicitaron durante la jornada de ayer, por medio de concentraciones y bocinazos de coches, la sustitución inmediata del delegado del Gobierno, Andrés Moreno, quien en la noche del pasado jueves destituyó al capitán jefe de la Policía Nacional de Melilla, José Luis Cerviño, y ayer ordenó la salida de la ciudad de otros 24 policías. Más de 1.000 personas trataron en el aeropuerto de impedir que Cerviño abandonara la ciudad. Por su parte, el colectivo musulmán ha adelantado para hoy las elecciones paralelas que había previsto celebrar el domingo.
La tensión subió nuevamente en Melilla a partir de las 21.30 horas de la noche del jueves, cuando alrededor de 400 personas -entre ellas, los dirigentes de Coalición Popular y Unión del Pueblo Melillense- se concentraron ante la Delegación del Gobierno pidiendo la dimisión de su titular y lanzando más de 1.000 huevos contra el edificio. Fue durante esa manifestación cuando se produjo la agresión contra el equipo de TVE formado por Carmelo Machín, Julio Chillida y José Luis Ransan, quienes ayer mismo abandonaron la ciudad.Poco después de las 22 horas del jueves, el delegado del Gobierno ordenó que la Policía cargara contra los concentrados y, según fuentes de la delegación, Cerviño no cumplió estrictamente la orden, pero, según fuentes próximas al capitán, éste contestó al delegado que antes de cargar daría los tres avisos reglamentarios y que, en su opinión, quizás no era conveniente la carga.
El desfile de coches haciendo sonar sus bocinas contra el delegado y una concentración de solidaridad ante la comisaría se prolongaron hasta pasadas las 4.00 horas de la madrugada de ayer. El sonido de las bocinas se inició nuevamente a media mañana y arreció hacia las 13.30 horas de ayer, cuando centenares de coches se dirigieron al aeropuerto de Melilla para, inicialmente, despedir al capitán Cerviño, pero, posteriormente, alrededor de 150 personas superaron las barreras policiales y las mallas metálicas de seguridad y llegaron a la pista para situarse del avión para impedir su marcha..
El propio Cerviño se dirigió a los concentrados con estas palabras: "Si quieren ayudarme a mí y a Melilla, deben procurar dar una imagen de cordura y sensatez". Y posteriormente añadió: "Dénme la oportunidad de que vaya a defenderme allí donde tengo que defenderme". El avión despegó a las 14.23 horas, mientras decenas de vehículos desfilaban en silencio frente a la terminal.
A media tarde, también salieron de la ciudad un teniente de la Policía Nacional, cuatro miembros del Cuerpo Superior de Policía, seis cabos y 19 policías a bordo de un avión militar. La Delegación del Gobierno no explicó públicamente la razón de esta salida, acompañada también por la despedida de numerosos melillenses, pero dirigentes socialistas aseguraron que se trataba de reforzar con esos agentes las medidas de seguridad en las playas de la Costa del Sol, pero que regresarían a Melilla dentro de unas semanas.
Las críticas y las veladas amenazas procedentes de algunos sectores de la población incluyeron a los medios de comunicación nacionales, incluidos TVE y EL PAÍS, cuyo editorial del pasado jueves fue duramente atacado en la emisora Radio Melilla, que repitió esas críticas en varias ocasiones durante el día.
De otro lado, el colectivo musulmán, a petición del Gobierno, decidió adelantar para hoy las elecciones paralelas convocadas inicialmente para el domingo. En un comunicado difundido, ayer, el comité coordinador del colectivo musulmán afirmó que el adelanto se debía a un gesto de buena voluntad dentro del "proceso de lucha por vías pacíficas y legales", a la vez que hacía un llamamiento a la "concordia, convivencia y bienestar". Los dirigentes del colectivo musulmán afirmaron que el Gobierno les prestará umas para dichas elecciones y, les proporcionará protección policial.
Pasadas las doce y media de la noche, y mientras continuaba una ruidosa manifestación de coches haciendo sonar sus bocinas para protestar como habían hecho durante el día contra el delegado del Gobierno, se extendió el rumor de que un taxista había sido apedreado en el barrio musulmán de la Ca¡lada de la Muerte.
Poco después, y a consecuencia de nuevos rumores, varios centenares de musulmanes se dirigieron al domicilio de su dirigente Aomar Mohamedi Dudú, en un intento de protegerlo, armados con palos, barras de hierro y navajas. Policías antidisturbios, del grupo llegado ayer mismo a Melilla, dispersaron a los manifestantes, mientras en la retirada algunos grupos de musulmanes apedreaban a coches de cristianos.
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