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Un laboratorio oficial garantizará la calidad de las joyas

El volumen de joyas comercializadas en Madrid sin el obligatorio contraste de garantía de calidad es "unas cinco veces superior" al de las puestas a la venta con dicho contraste, según estimaciones del Ejecutivo regional. Una ley de julio de 1985, que ahora entra en vigor, permitirá imponer sanciones de más de 100 millones de pesetas por faltas muy graves en esta materia. La Comunidad y la Cámara de Comercio e Industria de Madrid han constituido una fundación para crear un laboratorio oficial donde se troquele la garantía.

La aplicación de la ley de 1 de julio de 1985 sobre objetos fabricados con metales preciosos, que teóricamente entrará en vigor a principios del mes próximo, empezará con algún retraso.Por un lado, aún no ha sido promulgado el reglamento que, entre otras cuestiones, debe indicar el modelo de marcas que deban llevar las piezas de joyería según sus calidades, y los métodos de análisis a emplear por los laboratorios para controlarlas. En este sentido, ha habido algunos criterios que ajustar entre los departamentos ministeriales de Comercio, Consumo e Interior antes de que Industria pudiera remitir -ya lo ha hecho- dicho reglamento al Consejo de Estado, según fuentes oficiales del Ejecutivo regional madrileño.

Y por otro lado, y en el caso concreto de la Comunidad de Madrid, no podrá iniciarse dicha aplicación legal hasta dentro de unos dos meses, tiempo que se tardará en disponer de un nuevo laboratorio capaz de satisfacer la demanda que va a provocar la nueva legislación.

La legislación aún en vigor data del primer tercio de este siglo, y, a pesar de que obliga a marcar las piezas de joyería con un contraste oficial de calidad, "ha habido mucho relajamiento en cuanto a hacer cumplir este precepto", indica Luis Pancorbo, director general de Industria de la Comunidad de Madrid. A ello ha contribuido, explica, la cuantía mínima de las sanciones, la escasez de personal inspector y la insuficiencia de laboratorios de análisis.

La nueva legislación prevé la posibilidad de imponer sanciones de hasta 100 millones de pesetas por faltas muy graves, como la reincidencia en faltas graves, "pudiendo rebasar dicha cantidad hasta alcanzar el quíntuplo del valor de los productos objeto de la infracción", precisa la ley. Las faltas leves tendrán sanciones de hasta 500.000 pesetas y las graves de hasta 2.500.000.

200 fabricantes joyeros

El volumen de las piezas de joyería comercializadas en Madrid sin garantía de calidad no está cuantificado. "De forma estimativa", apunta Pancorbo, "tenemos la impresión de que es unas cinco veces superior al de las comercializadas con el debido contraste". Este cálculo se establece sobre la diferencia entre las toneladas de metales preciosos suministradas anualmente a los fabricantes de joyería y los kilos de estos metales que componen las joyas que llegan al laboratorio oficial para ser contrastadas. En Madrid hay "unos 200 fabricantes joyeros, que mueven unas 15 toneladas de plata y cinco de oro al año", precisa Pancorbo. El precio del oro está en 1.800 pesetas el gramo, y el de la plata, a 40 pesetas el gramo.La ley de 1 de julio de 1985 se refiere a estos dos metales, así como al platino, aunque éste se utiliza en pequeñas cantidades en la composición de joyería. Las nuevas normas señalan un incremento de la cantidad de plata en la ley de la aleación correspondiente a este tipo de joyas. La ley anterior era de 9,25 miligramos de plata por gramo, y la nueva es de 9,75 miligramos por gramo. "Las joyas de plata en España tienen, hasta ahora, menos plata que en otros países", dice Pancorbo. Para el oro se señalan dos categorías, según su calidad.

Ante esta situación, el Ejecutivo regional pretende hacer cumplir la normativa y clarificar el sector. "No podemos asegurar que en la actualidad la calidad real de las joyas sea inferior a la que se ofrece, pero no cabe duda de que la situación en que nos movemos permite que esto pueda suceder", indica el director general de Industria. "El consumidor debe acostumbrarse a exigir el contraste", dice Pancorbo, "y la Administración, a poner los suficientes medios de control".

El contraste de calidad se efectuará en un laboratorio oficial. En el caso de Madrid, se va a construir y dotar uno nuevo, por la insuficiencia del actual. El nuevo laboratorio dependerá de una fundación creada a tal efecto entre la Comunidad y la Cámara de Comercio e Industria de Madrid.

En la actualidad, es el propio joyero quien troquela las piezas en el laboratorio, en presencia de los responsables de la Administración. La Dirección General de Industria cobra una tarifa de 12 pesetas por cada troquel en platino, 10 en oro y 2 en plata.

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