Los nuevos impulsos del escultismo católico
Al hablar de los jóvenes, de su educación, siempre nos hacemos las mismas preguntas: ¿cómo es la juventud actual?, ¿en qué se diferencia de la de años atrás? Nosotros, el Movimiento Scout Católico (MSC), después de 25 años de existencia se hace preguntas semejantes: ¿cómo son los adolescentes y jóvenes de hoy? ,¿que carencias tienen?, ¿cuáles son sus vacíos?En el nivel de constataciones estamos en condiciones de resumir someramente lo que señalan diferentes estudios:
-Que nuestra juventud se muestra sensible a las sensaciones, a una valoración del goce por sí mismo, a un disfrutar del momento presente, a vivir cada minuto intensamente, a tope.
-Que nuestra juventud ofrece resistencia a la autoridad formal.
-Que parece que su retorno a la familia y amigos se concreta en la búsqueda de contactos personales, en los niveles de compenetración familiar.
-Que tiene reducidas tasas de militancia política y social, así como un bajo índice de asociacionismo.
-Que valora crecientemente las formas: buenos modales, educación, pulcritud y el gusto por el trabajo.
-Y que, como afirman algunos especialistas, entre ellos, han disminuído las utopías y reina un fuerte pragmatismo en sus actitudes de fondo.
En resumen, se puede afirmar que los jóvenes se hallan integrados relativamente en la sociedad.
Ante esta juventud, el escultismo propone -a partir de la observación de su comportamiento natural- un cauce para que se organicen, para que a partir de unas actividades concretas vayan configurando un conocimiento más amplio de la realidad, descubriendo su complejidad. Que sepan construir a partir de su experiencia, de la conciencia de equipo, de la superación de uno mismo, del servicio y ayuda a los demás. Que, observando las carencias y vacíos actuales, les intenten poner remedio; al principio, en función de la edad y en su propio grupo; posterior mente, en el entorno habitual; y más adelante, con la iniciativa que crea y se integra a su comunidad, a su gente, a su pueblo. El método es sencillo y está al alcance de cualquier chico o chica: palabras cortas, conceptos claros, eslóganes inteligibles y una cierta liturgia, un hacer las cosas de una forma de terminada, con preparación, agilidad y reflexión sobre lo realizado
Protegido por la Iglesia
El movimiento escultista nació en Inglaterra a principios de siglo. En España se vió interrumpido y per seguido por la dictadura franquista. La Iglesia, que lo vio con buenos ojos, lo protegió e impulsó de forma decidida y valiente, lo que configuró un escultismo católico que se fue coordinando, desde 1961, a partir de las realidades existentes en Euskadi y Cataluña. La burguesía de la época asumió este movimiento, que luego se fue desplazando a capas sociales cada vez más populares. En este momento tiene más de 42.000 asociados en toda España.
De este escultismo han surgido personalidades diversas: ministros actuales, rectores de universidad, parlamentarios, clérigos, cargos eclesiásticos, dirigentes sindicales, alcaldes... De la rama femenina cabe decir que la reina Soria cuando era princesa fue responsable nacional de las Guías, en Grecia.
Ahora, en 1986, después de 25 años de vida, el movimiento escultista católico se plantea, dentro de una óptica de renovación constante, lo que debe hacer en el futuro, lo que debe proponer actualmente una asociación de los jóvenes a los jóvenes. El MSC cree que debería apostar en la línea de apoyo total a todo lo que significa la creación e impulso del tejido social de cualquier tipo de asociacionismo para el tiempo libre, por lo que de creador que tiene y por el papel que en un futuro pueda tener. Y el MSC también cree que debe respaldar la propuesta de un comportamiento ético, de unos valores éticos, que ayuden a forjarse a cada uno su propia personalidad, sin dependencias, con el máximo de autonomía, tanto en situaciones adversas como de éxito, tanto en ambientes propios como desconocidos.
Un aspecto concreto del reto que hoy tienen los jóvenes, y que los responsables del escultismo desean abordar, es la puesta a punto ante las nuevas tecnologías, para incorporarlas en la medida de lo posible a su órbita, y para que se valore con precisión el cambio que suponen para la vida de nuestra juventud.
Paralelamente, hay que velar también para que la imagen externa que ofrece el escultismo sea la correcta y supere el cliché tradicional o lo que es lo mismo, una visión militarista o una visión ingenua y sin incidencia social.
Ante la próxima asamblea española, pensamos, por último, mantener como señal de identidad propia del movimiento la actitud de servicio, de voluntariado, hacia las carencias o vacíos existentes. Para ello es bueno reflejar como ejemplo la integración llevada a cabo en Valencia, de chicos dependientes del Tribunal Tutelar de Menores en régimen de prisión abierta, incorporándolos a grupos scouts; la convivencia de estos jóvenes muchachos es una muestra de reto importante. Otra lo es la integración de los disminuidos físicos y psíquicos en los grupos MSC del País Vasco. Y un tercer ejemplo es el trabajo realizado en los cinturones industriales para integrar a los inmigrantes de otras lenguas y culturas del Estado, así como a los que provienen de otros países. O la aplicación del método scout en los ambientes de marginación, no muy conocidos por el escultismo tradicional, en Oviedo y Madrid, a ex drogadictos y a jóvenes con dificultades de integración social.
El aniversario nos sirve para recordar la historia y sacar conclusiones, en el sentido al que se refería Herodoto cuando decía que la historia es la maestra de la vida. Pero debe servir también para proyectarse hacia el futuro.
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