Jordania fracasa en su intento de mediar entre Siria e Irak

El rey Hussein de Jordania perdió el viernes una victoria política y diplomática en el último minuto. Cuando todo el escenario estaba dispuesto para que los ministros de Asuntos Exteriores de Siria e Irak se encontraran en un punto fronterizo común, los convocados no acudieron e informaron a Jordania que posponían la entrevista "para una fecha posterior".

Ni Siria ni Irak dieron explicaciones públicas, y tuvo que ser el reino jordano el que, ya en la noche del viernes, anunciara al mundo que la tan esperada reunión no había tenido lugar.Los medios políticos, diplomáticos y periodísticos de Oriente Próximo estuvieron el viernes pendientes de Damasco, Bagdad y Aminan. Desde primeras horas de la mañana, y hasta el anuncio oficial jordano de la noche, no se sabía si la reunión entre el sirio Faruk el Chare y el iraquí Tarek Aziz estaba o no celebrándose. Ni las emisoras de radio y televisión de los tres países implicados ni sus portavoces oficiales decían una palabra sobre el asunto.

Había indicios de que algo estaba ocurriendo. Uno era que el propio rey Hussein había confirmado en Washington que el encuentro iba a celebrarse. Otro, el importante servicio de orden que sirios e iraquíes habían desplegado en la madrugada del viernes en sus respectivos sectores del puesto fronterizo de Um el Chamat. Las medidas especiales no fueron retiradas hasta por la tarde.

No hay por el momento señales de cuál de las dos partes se resistió a acudir a Um el Chamat. Ambas eran reticentes a verse las caras, aunque, por las declaraciones de sus dirigentes y sus medios de comunicación, Siria parecía más dispuesta a sentarse en una mesa de negociaciones que Irak, su vecino y rival histórico. También tenía más necesidad: romper su aislamiento y garantizar la continuidad de los subsidios de Arabia Saudí y otros países del golfo en un momento de grave crisis económica.

A lo largo de toda la semana, Damasco y Bagdad habían recordado los mutuos litigios pendientes. La antigua capital omeya reprocha a los líderes iraquíes que su guerra contra Irán perjudica la causa árabe contra Israel. También les acusa de promover los atentados registrados en abril en varias ciudades sirias, que provocaron más de 150 muertos.

Pese a ello, el presidente sirio Hafez el Asad transmitió a Hussein su disposición de encontrarse con su homólogo iraquí Sadam Husein, y el día previo al no realizado encuentro la Prensa damascena subrayó la necesidad de "acción común y solidaridad entre los países árabes".

Culpan a Damasco

En cambio, la antigua sede del califato abasida no bajó la guardia ni un minuto. Primero, con la constante mención de que, al aliarse con Irán frente a Irak, Siria lo hace con un país no árabe frente a uno árabe. Además, los iraquíes acusan a Damasco de la matanza de palestinos en los campos beirutíes de Chatila y Burj el Brajne.

Mientras Jordania informaba de la celebración del encuentro entre Faruk el Chare y Tarek Aziz, que de haberse materializado hubiera supuesto un gran éxito del rey Hussein, los ciudadanos sirios e iraquíes ignoraban lo que se preparaba porque los medios de comunicación de sus respectivos países no lo mencionaron.

El comunicado jordano del viernes por la noche afirma que la reunión no ha sido suspendida, sino sólo aplazada, "a fin de proceder a preparativos más amplios". En Ainman se espera la vuelta del rey Hussein de Londres para que continúe sus esfuerzos mediadores. La reconciliación entre Siria e Irak es considerada por Jordania, Túnez, Marruecos y los Estados del Golfo como "vital para la nación árabe". Es además imprescindible para la celebración de una cumbre árabe extraordinaria en Casablanca el mes próximo.