Atentado de ETA, sin víctimas mortales, contra un convoy de la Guardia Civil

Quince horas después del asesinato en Mondragón del cabo primero de la Guardia Civil Antonio Ramos y tres horas antes del funeral por este mismo agente, ETA Militar hizo explotar ayer en Hernani (Guipúzcoa), sin causar víctimas mortales, un coche bomba al paso de un convoy de la Guardia Civil. El coche bomba, cargado de explosivos y tornillería estalló en el barrio Carabel de Hernani, hirió levemente a dos trabajadores y provocó el pánico entre la población de esta zona urbana

La explosión, potentísima, derribó, a las 14.05 horas, la pared de un taller mecánico, dañó los vehículos estacionados en las inmediaciones y por el efecto de la onda expansiva destruyó los cristales de las viviendas en una amplia área. Vecinos del barrio recogieron en los alrededor del apeadero de Hernani, a unos 200 metros del lugar de la explosión, varios tornillos de grueso tamaño utilizados por los terroristas como metralla.El coche bomba, un Renault 11 blanco, con matrícula de San Sebastián fue abandonado durante la noche junto a la fachada y en paralelo al taller mecánico Ibai-Ondo.

El vehículo, cuya presencia fue ya advertida a las 6.00 horas, obligó en la mañana de ayer a los trabajadores del taller a efectuar varias maniobras con sus propios coches para no obstaculizar la descarga de un camión. Los dos trabajadores que en el momento de la explosión permanecían en el interior del taller sólo resultaron levemente heridos.

El coche bomba, que contenía seis kilos de Goma 2 y seis de metralla, fue accionado a distancia al paso del tercer y último vehículo de un convoy de la Guardia Civil que regresaba al cuartel de Hernani. Gran parte de la metralla quedé neutralizada al incrustarse en el motor y el vehículo salió despedido varios metros hasta caer sobre una huerta contigua.

Los guardias salieron por sí mismos del vehículo y tomaron posiciones prestos a defenderse de un segundo ataque, mientras sus compañeros del convoy ocupaban la zona. Cuando un grupo de vecinos trató de acercarse, los guardias, visiblemente nerviosos, efectuaron al aire algunos disparos de bala y de pelotas de goma.

El director general de la Seguridad del Estado, Julián Sancristóbal; el director de la Guardia Civil, general José Sáenz de Santamaría, y el viceconsejero de Interior del ejecutivo vasco, Eli Galdós, entre otros, asistieron ayer en Oñate al funeral por Antonio Ramos, el

guardia civil asesinado el domingo por la noche en Mondragón.