El ingreso de España y Portugal esperará a que la UEO defina su papel

El ministro de Asuntos Exteriores italiano, GIulio Andreotti, afirmó ayer que la Unión Europea Occidental (UEO) no aceptará nuevos miembros hasta haber definido mejor su papel y su estructura interna. Entre los candidatos a la adhesión están España y Portugal.Andreotti compareció ante la Asamblea dé Parlamentarios de la UEO para hacer frente a las duras críticas que formuló durante la jornada anterior el propio presidente de la UEO, el diputado francés Jean-Marie Caro, quien le acusó de "perder, el tiempo y hacérselo perder a los diputados, intentando anestesiar a la Asamblea por todos los medios que le ofrece la diplomacia más arcaica".

Caro denunció la actitud ole los Gobiernos de los siete países miembros, que hablan teóricamente de una reactivación de la UEO y se encargan después dé anularla, negándole los medios e ignorando a los diputados a la hora del diálogo. El presidente de la Unión explicó que los escasos acuerdos a que se llegó en 1984 para dar nueva vida a la UEO, como foro de discusión de los problemas específicos de Europa occidental en materia de seguridad y defensa, han quedado vacíos de contenido ante la apática actitud de los Gobiernos. Buena parte de los miembros de la Asamblea estima que el Consejo de Ministros de los siete (Francia, Reino Unido, Italia, República Federal de Alemania y los tres países del Benelux) ha huido de sus responsabilidades y se ha mostrado, incapaz de adoptar una actitud común ante problemas de tanta importancia para Europa como la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI), el terrorismo o las negociaciones de desarme entre EE CU y la URSS.

Andreotti tuvo que recurrir a toda su experiencia diplomática para intentar calmar los ánimos, ayudado por el ministro de Exteriores belga, Leo Tindemans, que habló después que él y que se esforzó también en infundir un poco más de optimismo a los diputados.

El ministro italiano recordó que los siete se habían dado de plazo hasta 1987 como período transitorio para reactivar la Unión Europea Occidental como foro para profundizar en la cooperación europea sobre política de seguridad y que, pese a todas las críticas, se han dado ya algunos pasos en esa dirección.