Filosofia de la cadera

La danza moderna en América Latina ha estado marcada desde los años cincuenta por dos corrientes de influencia: Norteamérica y el expresionismo europeo representado por discípulos aventajados de Kurt Joos que volvieron a sus respectivos países. Esta premisa sitúa con claridad el derrotero de la danza en México, Perú y Cuba, por ejemplo, donde el movimiento moderno encontró un medio propicio para desarrollar escuela. En años sucesivos esta inquietud creativa abarca otros países, entre los que se encuentra Costa Rica.Centroamérica es una zona rica en folclor y en confluencias de culturas diversas. La pervivencia de los ritmos precolombinos, la transculturación provocada por la implantación de varias etnias africanas y los flecos de aztecas e incas han hecho de Costa Rica una cantera variadísima.

En la pieza Danza contrastante se da muy clara esa soltura para el baile que se esgrime como una característica de los latinoamericanos, aunque acercándolo demasiado al número de variedades. Lo bueno que tiene, como ejercicio, es que sabe cuáles son sus pretensiones finales: es más que nada unas evoluciones de centro que pueden ser muy bien un divertimento virtuoso de clase, una demostración festiva con Pérez Prado de fondo.

La incursión en expresiones propiamente contemporáneas es breve y no demasiado afortunada. Mariana Pineda peca de un dramatismo fácil, y las secuencias no encuentran hilvanación en la archiconocida trama lorquiana. Meditaciones es una pieza algo lenta pero con una idea clara, expresada en una cuerda de expresionismo que no huele a rancio. Rogelio López ha oteado también en las técnicas más populares en Norteamérica: Graham y Limón, y algo de ellas aparece en las evoluciones de grupo. El uso de grandes telas teñidas de colores y accesorios elaborados, como el jibe de paja trenzada, recuerda a esas escuelas, donde en unos años hubo la tendencia a rescatar el pasado más lejano. Los bailarines denotan aquí una preparación física en concordancia con lo que pretenden bailar, aunque es irregular y el nivel varía demasiado entre unos y otros.

Tierra de maíz es lo mejor. Los esquemas primarios de danza de la ferfilidad, con un jefe que á golpe de bastán ordena el círculo y la mímica de la recolección, el acople de la pareja y la danza del amor sientan las pautas de un lenguaje que aún dará mucho de sí. Los pasos del aprendizaje moderno están combinados con una estilización de la idea del baile ancestral americano, pues no reproduce arqueológicamente esas danzas, sino su intención. Luis Piedra hace una excelente labor en el papel del Chamán, su baile es decidido y posee una fuerte gestualidad que da algo de primitivo al ambiente.