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Olegario Negrín

Director dé la UNED en Malabo, cree que el castellano peligra en Guinea

El director de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en Malabo (Guinea Ecuatorial) se confiesa un enamorado del África negra y ha aprendido a conocerla con la mentalidad del propio continente, sin la visión deformada de un profesor de Historia de la Educación que antes ocupaba un despacho en Madrid como vicerrector de Ordenación Académica de la UNED. Olegario Negrín Fajardo, investigador canario, advierte que España se está jugando en Guinea la última oportunidad para consolidar su idioma en África y que, si no se evita, antes de final de siglo se habrá impuesto el francés.

"En este país no hay ningún centro universitario propio, de am que la UNED, en Malabo se considerada en la práctica la universidad nacional. En total, entre la capital y Bata tenemos unos 500 alumnos. El número ha ido incrementándose cada año, pero tenderá a reducirse, porque son demasiados estudiantes para 1 escasa población existente. Personalmente me parece una labor apasionante desde el punto de vista cultural y humano"."Recompensa", dice, "pensar que aunque estás lejos de casa y de tus amigos te encuentras apoyando a un pueblo que se reorga niza y que necesita tu. ayuda Para un español no es fácil y será cada vez más complicado vivir una experiencia en el África negra", explica Negrín, que es uno de los más de 200 cooperantes con que cuenta España en la Guinea de Teodoro Obiang.

Tras el golpe de libertad del joven coronel, en 1979, las relaciones hispano-guineanas han pasado del rechazo al antiespañolis mo de Macías a un nuevo distan ciamiento a causa de la entrada del país en el área francéfona.

"Este cambio puede hacer fra casar la presencia de nuestra cul tura. Los franceses, que han logrado el control de la estructura económica, han iniciado ya la penetración de su lengua en las escuelas. En la propia UNED figura como asignatura dentro de la carrera de filología. Es importante que se introduzca el español a escala escolar. Los niños apren den nuestro idioma con profesores nativos".

Negrín alude al español par ticular que se habla en Guinea contaminado de giros propios, y a una especie de mezcla de francés, español e inglés inventada por sus habitantes, que recibe el nombre de pichinglis.

En su opinión, sólo a través de un plan sistemático de difusión del idioma español, que incluya una adecuada política de becas para guineanos y el desplazamiento de más especialistas en la materia, podrá contrarrestarse la ofensiva cultural gala. Francia ha comenzado a dirigir hacia Malabo a jóvenes voluntarios puestos en esta nusion.

Negrín Fajardo no había descubierto su vocación africana hasta que Elisa Pérez Vera, rectora de la UNED, le propuso hacerse cargo del centro de Malabo. Hacia allí se fue con su mujer y sus dos hijos. Vive en una casa prefabricada en las afueras de la ciudad, "bajo condiciones dignas". Por la tarde dirige un tipo de enseñanza presencial diferente del sistema a distancia aplicado por su universidad, y las mañanas las ocupa con gestiones burocráticas y un trabajo de legislación educativa española en Guinea que le ha permitido indagar sobre el concepto franquista del colonialismo.

"El pueblo africano piensa mucho en el presente y poco en el futuro", afirma antes de llamar la atención sobre una novela titulada Ekomo, escrita por María Nsue, recientemente editada por la universidad Nacional, que es considerada la primera obra de la literatura guineana con argumento africano.

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