Plan antiterrorista en las playas ante la campaña anunciada por ETA Militar

El Ministerio del Interior ha puesto en marcha desde Semana Santa un dispositivo antiterrorista de seguridad en las playas españolas, similar al del año pasado, con el fin de prevenir en la medida de lo posible la campaña de atentados contra intereses turísticos anunciada por la organización terrorista ETA Militar, según informaron fuentes de este departamento.Desde las fechas mencionadas, funcionarios expertos en la lucha antiterrorista se han trasladado a las costas españolas, especialmente de Levante, con el fin de tratar de evitar los presumibles atentados anunciados por ETA Militar. Asimismo, en este dispositivo intervienen unidades especiales de la Policía Nacional, que se han trasladado a las zonas de supuesto peligro. Estas unidades disponen de grupos especializados en la desactivación de explosivos, perros adiestrados para localizar estos artefactos y numerosos medios técnicos que sirven para fines antiterroristas.

Fuentes del Ministerio del Interior no han querido precisar más datos sobre este dispositivo antiterrorista en las playas españolas, argumentando que "por cuestiones obvias los grupos antiterroristas deben mantener la discreción y no facilitar las acciones terroristas de ETA".

Durante los meses de marzo y julio de 1985, la organización terrorista ETA Militar colocó, sólo en las playas valencianas, 11 artefactos, de los cuales explotaron nueve, sin causar víctimas. Las bombas fueron colocadas en las poblaciones más visitadas por turistas nacionales y extranjeros de Valencia y Alicante. La mayoría de los artefactos no causó daños materiales, ya que fueron colocados en la arena de las playas con el fin de crear el pánico entre los turistas.

El director general de Turismo, José María Perea, declaró a Europa Press que, a pesar de la campaña realizada por la organización terrorista ETA Militar, el turismo no se resintió en absoluto el pasado año. José María Perea añadió que "no sólo no se cancelaron viajes de españoles, sino que vinieron más que otros años. El número de turistas extranjeros descendió, pero no por la campaña intimidatoria de ETA Militar, sino por problemas con los tour operators y la economía británica".