Múgica defiende a Ojeda
Enrique Múgica, diputado socialista, aficionado a los toros, defiende a Paco Ojeda tras su discutida actuación del pasado día 14 en la Feria de San Isidro. El político, que asiste casi todas las tardes a Las Ventas durante el abono, señala que parte del público y de la crítica no supo valorar la labor del diestro gaditano: "Cuando un torero pone su físico, su corazón, en la línea del cuerno del toro es que lo está dando todo", afirma, "y, por tanto, no se le puede exigir más".
Al indicarle que eso lo hizo Ojeda cuando el toro estaba aplomado y que lo podía haber intentado antes, Múgica asevera: "Es la forma de torear de Ojeda, y el toro guardaba aún evidente peligro. Lo que parece claro es que Ojeda, aceptado o no, levanta pasiones, y eso es fundamental en la fiesta".
No sabe Múgica si podrá presenciar la próxima actuación de Ojeda en Las Ventas el próximo lunes, por las obligaciones de la campaña electoral del PSOE. "Y me gustaría", comenta, "porque creo que en esa corrida va a contentar a todo el público".
José María Rodríguez Colorado, delegado del Gobierno, en la Comunidad de Madrid, es otro de los políticos que acuden con frecuencia a Las Ventas. Por increíble, que pueda parecer, Colorado, que era presidente de la diputación madrileña en 1981, cuando ésta, propietaria de la plaza, rescindió el contrato de explotación del coso a Martín Berrocal, desconoce la reciente sentencia del Tribunal Supremo que da la razón a este empresario. "Pues no estaba enterado. Yo sé que recurrió la primera sentencia, que nos daba la razón", dice, "pero, en cualquier caso, no me arrepiento de la expulsión de Berrocal".
Colorado, que afirma que ahora ve los toros desde la tranquilidad del tendido, aunque siempre atento a su cargo, señala: "De haber seguido Berrocal, habría acabado con los toros en Madrid, como hizo con el boxeo". El torero favorito del delegado del Gobierno ha sido Antoñete. Y añade: "Una vez retirado, me quedo con Ortega Cano de los que están en activo".
Colas en el Museo Taurino
Las colas para visitar el Museo Taurino de Las Ventas son frecuentes todas las tardes antes de comenzar el festejo. Doscientas personas es la cifra habitual de visitantes, aunque los días de rejoneadores, o cuando en la corrida actúa algún espada de fuera de Madrid que trae muchos seguidores, este número !e duplica.
Como parece lógico, son los turistas extranjeros -muchos de los cuales llevan incluida la visita en el programa de su agencia de viajes- los que más disfrutan y se asombran en el museo, así como los que más tiempo permanecen en el mismo. Las localidades para entrar en el museo tienen un precio único de 65 pesetas.
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