lbelsa-Zanussi cerrará su fábrica de Alcalá si Trabajo no aprueba el expediente de rescisión de contratos para 530 trabajadores

La empresa de electrodomésticos de línea blanca Ibelsa-Zanussi cerrará su planta de Alcalá de Henares, en Madrid, cuya plantilla se eleva a 1.136 trabajadores, si la Delegación de Trabajo no aprueba el expediente de rescisión de contratos; presentado por la empresa para 530 trabajadores. La decisión, que supone de hecho abandonar la vía de la reconversión pactada con el Ministerio de Industria, fue adoptada en la reunión que mantuvo el consejo ejecutivo de la sociedad el pasado jueves, 15 de mayo, en París.Inicialmente, los, gerentes de lbelsa-Zanussi intentaron defender en dicha reunión las ventajas de mantener hasta el final la posibilidad de solucionar el problema a través de los acuerdos de reconversión alcanzados entre la firma sueca Electrolux -mayoritaria en el capital de Zanussi- y el Ministerio de Industria. No obstante, se impusieron finalmente las tesis que sostienen que si no hay respuesta favorable al expediente de rescisión de contratos para 530 trabajadores -444 corresponderían a trabajadores de la plantilla de Alcalá- se cerrará la factoría.

La posibilidad de cerrar Alcalá, defendida básicamente por los socios italianos de Zanussi, constituyó el meollo de las duras negociaciones que mantuvieron los directivos de Electrolux -la intención de cerrar la planta fue comunicada por carta en su día al Ministerio de Industria- y la Administración española. Por otra parte, el cierre de la planta de Alcalá de Henares supondría, entre otras cosas, modificar totalmente el contenido de los acuerdos alcanzados por la multinacional sueca e Industria. Es decir, Electrolux se desentendería de Ibelsa, quedando otra vez la empresa española bajo el control de la italiana Zanussi.

La única alternativa que podría evitar la disyuntiva planteada por los accionistas de Ibelsa e! que el Ministerio de Industria aprobara, antes del próximo 23 de mayo, -fecha en la que expira el mes de consultas preceptivas para que la Delegación de Trabajo apruebe o deniegue el expediente de rescisión de contrato solicitado por la empresa- la resolución administrativa que permitiera la entrada en vigor del plan de reconversión de la empresa. No obstante, fuentes solventes de Industra han afirmado que "la Administración, tal y como están las cosas, no tomará una decisión hasta que no haya concluido el período de consultas previo a la solución del expediente de rescisión de contratos".

Respaldo sindical

Industria quiere evitar a toda costa convertirse en la visagra de este espinoso tema. Desde esa perspectiva, no desea arrostrar la responsabilidad de tomar una medida que podría solucionar el conflicto, en tanto no tenga seguro el respaldo de las partes implicadas, básicamente la de las centrales sindicales CC OO y UGT. En este sentido, las mismas fuentes tampoco descartaban, si se cumplían estas condiciones, que se pudiera llegar a un acuerdo antes de que la Delegación de Trabajo tome una decisión, aunque esta posibilidad la consideraban "difícil".El origen del conflicto se encuentra en la postura abstencionista -Comisiones Obreras apoyó firmemente esta opción- de la plantilla de Alcalá de Henares en el referéndum al que se sometió el acuerdo laboral del plan de reconversión de la empresa. Dicho plan proponía, en el caso de la plantilla de Alcalá, la jubilación en tres años de 149 trabajadores mayores de 55 años y el paso a los fondos de promoción de empleo -con un coste para la empresa de unos 700 millones de pesetas- de otros 295 trabajadores. Estas medidas, se harían extensivas a otros 102 traibajadores más.

El plan de reconversión preveía además unas inversiones iniciales de 4.000 millones de pesetas y una ampliación de capital, que suscribiría íntegramente Electrolux, por 3.000 millones. Las ayudas oficiales se elevan a otros 3.000 millones de pesetas.