España bloquea de nuevo la política mediterránea de la Comunidad Europea

España volvió a bloquear la elaboración de una nueva política mediterránea de la Comunidad Europea (CE), al considerar insuficientes las compensaciones comerciales ofrecidas para Canarias, según fuentes de la delegación española que asistió ayer al Consejo de Ministros comunitario en Bruselas.

El titular español de la cartera de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, insistió una vez más, según sus propias palabras, en la necesidad de formular una definición "global y precisa" de esta - política, acordada en noviembre de 1985, que pretende evitar que los países mediterráneos no pertenecientes a la CE resulten perjudicados por la adhesión hace cinco meses de España Portugal.La actitud española, parcialmente respaldada por otros países mediterráneos europeos -con la excepción de Francia- dio lugar a un largo debate en el Consejo, donde España fue acusada de querer renegociar el estatuto de Canarias. Finalmente, se decidió posponer el tema,devolviéndolo a los representantes permanentes de los doce ante la CE.

"No bloqueamos, sino que estamos a favor de una política mediterránea", afirmó el jefe de la diplomacia española durante una interrupción del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de los doce. "Queremos, justamente, que se haga una verdadera política en esta materia", dijo Fernández Ordoñez.

Para España, esta "verdadera política" debería incluir, además de las mencionadas compensaciones para los productos canarios, temas como la pesca, y la ayuda financiera a los países terceros del área mediterránea, que: los Estados miembros más prósperos de la CE se resisten a examinar porque supondría un desembolso suplementario para sus arcas.

Régimen canario

Con la intención de que los productos canarios exportados a los países de la Comunidad no resulten perjudicados por la nueva política mediterránea con relación a los de esos países terceros, especialmente del norte de África, la Comisión Europea propuso la semana pasada, con el voto en contra de sus dos miembros españoles, algunas adaptaciones del régimen arancelario favorables al archipiélago canario.

Concretamente, la Comisión sugería ampliar el desmantelamiento arancelario previsto en el Tratado de Adhesión a exportaciones canarias cuya producción pueda suponer una diversificación de la economía de las islas.

También se mostraba receptiva para examinar con buenos ojos eventuales peticiones españolas para homologar las ventajas arancelarias otorgadas a determinados productos de países terceros mediterráneos con las concedidas a los canarios.

La imprecisión de la propuesta comunitaria, que no especifica ni los productos ni las cantidades que se beneficiarían de estas medidas, incitó a la delegación ministerial española a rechazarla, como ya habían hecho en su día con su voto negativo, pero minoritario, los comisarios Manuel Marín y Abel Matutes.

La postura del Gobierno español, que equivale a un veto, al ser necesaria la unanimidad para la toma de decisiones en esta materia, se explica también, según una fuente comunitaria española, por encontrarse España en vísperas electorales. El Ejecutivo, comentó la misma fuente, desea mostrarse, ahora más que nunca, ante la opinión pública como un ardiente defensor del interés nacional.