Montoliú pide paciencia

Manolo Montoliú, que hoy confirma la alternativa en Las Ventas, pide paciencia a la afición. "Que comprendan que tengo que hacerme", dice. "Llevaba siete años sin coger la muleta y eso ha de notarse". El nuevo matador tomó la alternativa en la pasada feria de Castellón, y hasta entonces fue banderillero, de mucho éxito. Siete años atrás había sido novillero. La temporada última toreó a las órdenes de Antoñete.

José Manuel Calvo Boninchón, es el nombre real de Montoliú. El apodo procede del segundo apellido de su padre, que fue picador. No obstante confia en que le embista un toro esta tarde. "Aunque venir sólo a una corrida", añade "aumenta mi responsabilidad; es como jugárselo todo a una carta En cualquier caso entiendo que m cartel actual no da para más".

Hasta ahora, Montoliú ha to reado cuatro tardes y ha cortade una oreja. "Con la espada tampo co estoy fino, pero ya cogeré el si tio. Puedo tardar en hacerme pero tras mi experiencia como peón conflo en llegar a ser un diestrc muy completo".

Padrino de la confirmación de álternativa será Emilio Muñoz que ha prometido dejar de ser la eterna promesa, y afirma: "Voy a romper en Madrid esta tarde". El testigo es Pepín Jiménez, a quier la ganadería de Samuel Flores, cuyos toros se lidian esta tarde, no le entusiasman. Y comenta: "Es muy irregular, aunque he tenido grandes triunfos con ella y espero repetirlos para afianzar mi tempo rada".

No llega la democracia

En la puerta de Las Ventas ya está situado un maletilla, como todos los años, pidiendo su oportunidad. Paradójicamente es matador de toros, con dos años de alternativa. Se llama Pascual Gómez Jaén. "A los toros no ha llegado la democracia", asegura. "Esto es un círculo cerrado, en el que sólo torean los de siempre".

Gómez Jaén ha intentado que le reciba el empresario de Las Ventas, Manuel Chopera, con nulos resultados: "Y eso a pesar de mis triunfos en esta plaza. Por ello busco que mi actitud tenga la suficiente repercusión".

Dice tenerlo claro, y ni siquiera la incomprensión familiar le hará desistir: "Que no se crea Chopera que luego me va a estrellar poniéndome en agosto con una ganadería imposible. Quiero una oportunidad, no una encerrona. Me parece que me la merezco, tras 20 años de lucha sin ayuda de nadie".

En las cuatro semanas que lleva junto a la plaza, sin descuidar por ello el entrenamiento, ha tenido hasta un intento de atraco en la soledad de una noche. "Pero eso no ha sido lo peor", explica, "sino el frío que he pasado. No obstante todo lo daré por bueno si consigo mi objetivo de hacer el paseíllo en este ruedo. Soy muy tozudo y tengo paciencia infinita".