La legislatura más larga

En su artículo editorial del pasado 22 de abril, Un sueño casi cumplido, se refieren ustedes al "sueño dorado del presidente" (son palabras suyas), que hubiera querido cumplir hasta su mismo término la legislatura. Más adelante subrayan ustedes, entre "otras cosas meritorias que pueden ser anotadas" en el haber del Gobierno socialista, el hecho de que "con la convocatoria anunciada para el 22 de Junio... se ha cumplido casi todo el tiempo de legislatura (acortada en dos años y un año, respectivamente, con los Gobiernos de UCD").Pues bien, señor director: la costumbre de agraviar a UCD les ha jugado en este punto una mala pasada y ha faltado su periódico palmariamente a la verdad. Las opiniones se discuten y los hechos se comprueban; pida usted que le midan la distancia entre elecciones y comprobará que yo no acorté la legislatura en un año, como su editorial afirma, sino en cuatro meses (exactamente en 124 días, desde el 1 de marzo hasta el 28 de octubre anterior), mientras que el señor González la ha acortado en algo más de cuatro meses (exactamente en 128 días, desde el 28 de octubre al 22 de junio anterior). La legislatura que yo cerré sigue siendo la más larga de la Monarquía, y el "sueño casi cumplido" fue también el de UCD, aunque mi decisión recibiera de ustedes (entre otras lindezas) la injuria de "precipitación electoral no exenta de alevosía" y la del señor González les haya parecido, en cambio, sencillamente "meritoria". Un buen ejemplo de los dos pesos y de las dos medidas.

Esto en cuanto a los hechos. Permítame, señor director, añadir una opinión. La primera legislatura de UCD se interrumpió inmediatamente después de aprobada la Constitución, por el expreso deseo del Gobierno de someterse desde el primer instante a las normas constitucionales. La segunda legislatura de UCD terminó, por decisión mía, ante la pérdida notoria de apoyo parlamentario causada por la descomposición de UCD. La legislatura socialista ha terminado, según dicen ustedes en su editorial, porque así conviene electoralmente al PSOE: esto es sin duda lícito y hábil, pero no necesariamente meritorio.

Meritorio, más bien, el incienso de sus editorialistas al presidente González; aunque hubieran merecido más omitiendo esta imprudente comparación con los presidentes de UCD, que no deja en buen lugar a su patrocinado.-