El subcomisario Baniandrés declara ante el juez que el CESID controla información confidencial de la policía

El subcomisario Mariano Baniandrés, ex jefe de la Brigada de Interior, declaró ayer ante el juez de instrucción número 27 de Madrid que durante el tiempo que permaneció al frente de ese departamento de la policía comprobó que existían filtraciones de datos confidenciales hacia los servicios de información militares. Baniandrés fue a declarar por orden del juez que instruye una demanda de Leopoldo Seijas Candelas, inspector adscrito a esa brigada, que fue acusado en la revista Tiempo, en julio de 1985, de filtrar información confidencial de la policía al Centro Superior de Información de la Defensa (CESID).

Baniandrés, destituido por los mismos responsables del departamento de Interior socialista que lo nombraron, después de que éste descubriera la desaparición de 5.000 expedientes de esa brigada, declaró al juez que instruye el caso que comprobó personalmente que existían filtraciones de las informaciones reservadas que se manejaban en esa brigada hacia servicios secretos militares.Esta brigada investigaba, entre otras cosas, los movimientos golpistas o involucionistas.

El ex jefe de la Brigada de Interior precisó al magistrado que tenía fundadas sospechas de que Leopoldo Seijas, quien permanece aún en dicho departamento, era uno de los policías que realizaba esas tareas.

Desorientar a los militares

Mariano Baniandrés declaró a la mencionada revista, en un reportaje sobre el espionaje político a partidos: "Como era insostenible la situación de Leopoldo Seijas, y dado que filtraba todas nuestras investigaciones al CESID, decidimos facilitarle, sin que él se diese cuenta, documentos falsos para desorientar a los servicios de información militares".La revista afirmaba que, "según coinciden en señalar varias declaraciones, era notorio que Leopoldo Seijas fotocopiaba expedientes de la Brigada para hacérselos llegar al CESID, labor por la que se supone percibía una gratificación económica'".

La Brigada de Interior, donde se encuentran aún Seijas y otros funcionarios sospechosos de realizar esas actividades, está dirigida actualmente por el comisario Alberto Elías, que fue procesado por infidelidad en la custodia de documentos en el caso relacionado con unas cintas magnetofónicas que contenían conversaciones privadas de José María Sabater, amigo de José María Ruiz Mateos, ex presidente de Rumasa.

Baniandrés, curiosamente, tuvo que aclarar al juez, que disponía de una información errónea, que él no había sido expedientado por el presunto robo de los 5.000 documentos del citado departamento, sino por descubrir su desaparición el primer día que llegó a esa dependencia policial.

Mariano Baniandrés hizo tomar acta, con fecha del 31 de diciembre de 1982, de los documentos que había en la Brigada de Interior y los que faltaban a dos funcionarios adscritos a la misma, el subcomisario Enrique González Herrera y el inspector Juan Chicharro Rueda.

Asimismo, Baniandrés transmitió verbalmente a sus superiores esa falta y, dado que éstos no tomaban ninguna medida al respecto, decidió hacerlo por la vía reglamentaria, momento en que se inició una investigación interna y posteriormente judicial. Es entonces cuando el anterior jefe de la Brigada de Interior, Sebastián Fernández Dopico, hermano del anterior director general de la Policía, y José Luis Rodríguez Zarco, devolvieron 2.000 de los 5.000 expedientes que faltaban.

Ninguno de los dos, sin embargo, ha sido expedientado administrativamente ni procesado por estos hechos.

'Ultras' italianos

La brigada de Mariano Baniandrés también investigaba algunas actividades de ultraderechistas italianos que residían en España y, al parecer, habían tenido relaciones con la policía franquista.Entre esas investigaciones destaca la iniciada para averiguar cómo había llegado a terroristas de extrema derecha italianos una partida de metralletas Marietta compradas por la policía española a una fábrica de armas norteamericana.