Reunión urgente de la CE a petición de España e Italia
El ministro de Asuntos Exteriores de Holanda, Hans van den Broek, ha convocado para el próximo miércoles una reunión de urgencia del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la Comunidad Europea (CE). Fuentes diplomáticas españolas afirmaron anoche que el encuentro del miércoles había partido de una iniciativa conjunta de los jefes de Gobierno de España e Italia, Felipe González y Bettino Craxi, decidida al mediodía de ayer, tras mantener dos conversaciones telefónicas.
Felipe González envió una carta personal a su homónimo holandés, Ruud Lubbers, que durante este semestre ocupa la presidencia del Consejo, de la CE, solicitando una reunión de ministros de Exteriores. Los países comunitarios, dice la carta, deben fijar una posición conjunta y eficaz "si quieren que sea creíble su propósillo de desarrollar una acción común en materia de política exterior y seguridad, formulado en el último Consejo europeo de Luxemburgo".A la convocatoria de Van den Broek han respondido ya positivamente el Reino Unido y la República Federal de Alemania, aunque en este último caso Hans Dietrich Genscher tiene problemas de agenda por un viaje ya programado a Washington para el lunes.
El ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, se inostró anoche preocupado en TVE ante la crisis del Mediterráneo, y dijo que esto se debía no sólo a las declaraciones de Gaddafi, que ha extendido sus amenazas a "todas las ciudades del sur de Europa", sino a "otros datos" que no especificó. El ministro negó que la amenaza contra Libia procediera de la OTAN, como había afirmado Gaddafi, y dijo que éste estaba "mal informado".
El portavoz en funciones del Gobierno español, Santiago Varela, declaró ayer en la conferencia de prensa posterior al Consejo de ministros que no le constaba que el Gabinete hubiese analizado la perspectiva de una nueva confrontación bélica de Estados Unidos con Libia. Hasta el mediodía de ayer, según el portavoz gubernamental en funciones, la Administración estadounidense no había formulado ninguna petición para el uso de sus bases en España ante un eventual conflicto militar en el Mediterráneo.
Por su parte, el primer ministro italiano, Bettino Craxi, rechazó las amenazas de Gaddafi, de atacar los países mediterráneos que albergan bases norteamericanas. En un comunicado hecho público tras una reunión con el ex primer ministro de Malta Don Mintoff, Bettino Craxi señaló que Italia estaba alarmada por "la nueva oleada de terrorismo internacional, que ya no es episódico, sino sistemático". Añadió que no bastaba con combatir a los grupos terroristas, sino que los países responsables de tolerar y apoyar al terrorismo deberían también ser castigados.
El ministro de Defensa italiano, Giovanni Spadolini, reafirmó la necesidad de dar una respues a conjunta de Europa al terrorismo. "Este paso", dijo, "o se da ahora no se dará nunca. Sólo una respuesta política de Europa puede evitar el riesgo de una acción militar unilateral norteamericana".
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