Marcos pide al Ejército filipino que apoye al nuevo Gobierno de Manila
El ex presidente filipino Ferdinand Marcos pidió ayer al Ejército de su país que apoye a la actual presidenta, Corazón Aquino, en una entrevista efectuada en Hawai -localidad estadounidense adonde huyó tras su derrocamiento, el pasado febrero- por una emisora de radio de Manila.
"Ya no estoy interesado en el poder. Todo lo que quiero es ayudar a la señora Aquino a proteger el país de los rebeldes izquierdistas", dijo Marcos, en las primeras declaraciones trasmitidas por una emisora filipina desde su derrocamiento."A pesar de las diferencias existentes entre nosotros y la señora Aquino, ella necesita el apoyo de los militares, para luchar contra los rebeldes izquierdistas", dijo Marcos, que se calificó a sí mismo de "pecador". "Yo soy insignificante y no tengo intención de causar problemas al país", dijo Marcos, para añadir que el "verdadero peligro" para Filipinas lo constituye la guerrilla comunista.
Marcos calificó de "mentiras" las informaciones referentes a sus supuestas riquezas y pidió a las actuales autoridades filipinas que paren "la campaña de odio" desarrollada en su contra especialmente por los "clérigos" que siguen atacándole "desde los púlpitos".
En la entrevista también intervino su esposa, Imelda Marcos, quien, entre sollozos, afirmó que lo ocurrido a ella y a su familia es muy degradante. "Somos como prisioneros. No somos libres de salir de casa y estamos siempre acosados por representantes de la Prensa", dijo Imelda.
Marcos también efectuó el viernes unas declaraciones a una emisora de televisión en Hawai en las que acusó a EE UU de haber apoyado su derrocamiento.
En dicha entrevista Marcos también se refirió a los 3.000 pares de zapatos pertenecientes a su esposa y hallados tras su huida en el palacio de Malacañang, en Manila. Marcos dijo que la ingente colección responde a las exigencias propias de la posición de su esposa como primera dama y al largo período -21 años- durante el que cumplió este papel sin ni siquiera "tirar un par de pantuflas gastadas".
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