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La Iglesia reconoce el derecho de los pueblos a rebelarse contra sus gobernantes

El próximo sábado, el Vaticano presentará oficialmente el nuevo documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la teología de la liberación, que llevará por título Libertad cristiana y liberación. El nuevo documento, aprobado personalmente por Juan Pablo II, sigue al titulado Instrucción sobre la teología de la liberación, publicado el 3 de septiembre de 1984, que fue duramente criticado como excesivamente negativo incluso por muchos obispos, y marca un giro considerable en la opinión de la curia romana sobre esta debatida corriente teológica. Un resumen del nuevo documento fue publicado ayer por el periódico brasileño Folha de São Paulo, y en él se dice que la Iglesia reconoce el derecho de los pueblos a rebelarse contra sus Gobiernos, aunque sólo en casos extremos y tras una "madurísima reflexión".

Sin embargo, el documento condena lo que llama "el mito de la revolución" y, sobre todo, la lucha de clases entendida como constitutiva de la sociedad y la tesis de que "derribando regímenes se soluciona todo", y defiende todo tipo de reformas sociales, políticas y económicas sin recurso a la violencia.El documento publicado por Folha de São Paulo había sido enviado por la secretaría de Estado del Vaticano a todos los obispos brasileños con la petición expresa de que se mantuviera en riguroso secreto hasta el sábado. Consta de seis páginas escritas en portugués y contiene una síntesis de las ideas centrales del documento Libertad cristiana y liberación, que complementarán en términos considerados como "positivos" el polémico primer documento del Vaticano sobre la teología de la liberación, en 1984.

Fue aquel documento el que probablemente bloqueó un viaje del Papa a Lituania, ya que en él se decía que los regímenes del Este comunista "son la vergüenza de la humanidad". En aquella ocasión los cardenales brasileños se quejaron a Juan Pablo II, quien les confió entonces que también a él le había parecido exageradamente pesimista y que el capítulo más positivo lo había hecho añadir él mismo.

El nuevo documento incluye también un texto personal del propio cardenal Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de 40 páginas de extensión, en el que explica los puntos de mayor importancia y el proceso de consultas internacionales con las conferencias episcopales y teólogos de confianza de la curia romana.

El nuevo documento, basándose en la Biblia, afirma que "la libertad y la liberación son necesarias" e insiste que en la liberación no se puede prescindir ni "de los aspectos personales ni de los estructurales", expresión esta última que se incorpora por primera vez a los documentos oficiales de la Iglesia.

Los cambios sociales realizados a través de reformas y no por medio de la revolución son también alabados, retornando, en este sentido, la tesis sobre la violencia y la revolución de la encíclica Populorum progressio, de Pablo VI.

El marxismo

Otro punto central del documento es el reconocimiento del derecho de los católicos de acceder a las ciencias sociales para profundizar en su fe y en su práctica religiosa. Implícitamente el texto reconoce, por ejemplo, el recurso al análisis marxista y a las demás interpretaciones científicas de la sociedad como complemento a la reflexión teológica y a la práctica pastoral.El documento será ahora presentado el sábado en la sala de prensa del Vaticano. El Papa ha querido dar a dicha presentación la máxima solemnidad. Por eso, para la conferencia de prensa de presentación ha convocado al mismo cardenal Ratzinger; a monseñor Alberto Bovone, secretario de la misma congregación de la fe; al superior general de los salesianos, el italiano Egillo Vigano, que ha sido quien ha predicado este año los ejercicios espirituales al Papa y a la curia romana; al jesuita Ángel Machi, del centro San Fedele de Milán, y a Julio Alzamora, obispo de Tacna, de Perú.

Por su parte, en Roma se asegura que Leonardo Boff, que seguramente conoce ya el texto, ha afirmado que lo importante es que la teología de la liberación "toma ahora una nueva dimensión", ya que a partir de este documento vaticano, afirma, se da un significado universal a los principios que hasta ahora eran sólo del Tercer Mundo y que por tanto la teología de la liberación "sale de sus estrechos ámbitos regionales para abrazar un contexto mucho más universal".

La decisión vaticana de anticipar un mes el año sabático a Leonardo Boff se interpreta en Roma como un deseo del Papa de crear, sobre todo en Brasil, un clima de distensión que ayude a acoger positivamente el nuevo documento del ex santo oficio. Ahora Boff podrá ya hablar, como parece que ha empezado a hacer, y el Vaticano está convencido de que en este clima de distensión el teólogo brasileño comentará más positivamente el documento de lo que lo hubiese hecho hallándose aún bajo la condena del silencio.

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